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POLÍTICA

Derrumbe de expectativas: el 51% de los argentinos no cree que la inflación siga bajando pese al acuerdo con el FMI

«La palabra FMI sigue siendo percibida por la mayoría de los argentinos como sinónimo de crisis», expresó Roberto Bacman, director de la encuestadora CEOP.

FMI

Una amplia mayoría de la población argentina asocia al Fondo Monetario Internacional (FMI) con crisis y rechaza el nuevo acuerdo firmado por el gobierno de Javier Milei. Según una encuesta realizada por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), el 55% de los consultados considera que recurrir al organismo de crédito internacional refleja una señal de debilidad del gobierno y no una muestra de fortaleza.

El relevamiento, que incluyó a 1.800 personas de todo el país, señala también un fuerte deterioro en las expectativas económicas. El 53,6% de los encuestados cree que la economía no se recuperará en los próximos meses, y el 51 por ciento afirma que no espera que la inflación continúe bajando, a contramano del discurso oficial. Incluso entre votantes de Javier Milei en el balotaje, un 20% ya ve el nuevo endeudamiento como una señal preocupante.

Los argentinos descreen de las políticas del FMI

El director del CEOP, Roberto Bacman, remarcó que “la palabra FMI sigue siendo percibida por la mayoría de los argentinos como sinónimo de crisis”. La imagen negativa del organismo alcanza al 60% de la población, y apenas un 36% lo valora de forma positiva. Según el estudio, los únicos sectores que lo apoyan son el núcleo duro de Milei y algunos votantes independientes, aunque incluso entre estos últimos crece el escepticismo.

El acuerdo con el FMI fue presentado por el gobierno como una nueva etapa de su plan económico, pero según Bacman, implica en la práctica una «devaluación encubierta» que podría derivar en una nueva aceleración inflacionaria. El estudio también destaca que las principales preocupaciones de los argentinos siguen siendo tres: la dificultad para llegar a fin de mes, la inflación que no cede y el aumento de la violencia e inseguridad.

En ese contexto, el nivel de aprobación de Milei continúa en caída: apenas un 42% tiene una imagen buena o muy buena del presidente, mientras que el 57% lo evalúa de manera negativa. Para Bacman, el llamado “Criptogate” —una estafa con criptomonedas en la que se menciona al propio Milei— también impactó en la percepción pública, reforzando la idea de que el mandatario forma parte de «la misma casta que prometió combatir».

La Casa Rosada esperaba evitar una devaluación antes de las elecciones de octubre, pero la presión del FMI y la pérdida acelerada de reservas forzaron al equipo económico a sellar el acuerdo cuanto antes. Los dólares que lleguen desde Washington servirán para contener la crisis cambiaria, pero el impacto social y político del ajuste ya se refleja en la opinión pública.