Tras los anuncios de flexibilización del cepo cambiario, la Fundación Mediterránea sostuvo que la situación previa era insostenible y que el nuevo régimen con bandas móviles, sumado a los desembolsos del FMI y otros organismos internacionales, le otorga al Banco Central las herramientas necesarias para estabilizar el dólar. Sin embargo, el alivio será acotado y la competitividad de la industria nacional continuará afectada, según advierte el último informe del IERAL, su centro de estudios.
El documento destaca que el esquema original del Gobierno contemplaba levantar el cepo luego de las elecciones de octubre, pero la presión del mercado obligó a adelantar la medida. «Aunque el Plan A del gobierno probablemente consistía en levantar las restricciones cambiarias después de los comicios, las circunstancias imperantes precipitaron los acontecimientos», señalan.
Una decisión inevitable
La Fundación subraya que la caída de reservas y la venta neta de divisas por parte del BCRA desde marzo marcaron el fin de un ciclo. A su vez, el cambio de rol del Central como vendedor en el mercado y un contexto internacional adverso dejaron pocas opciones: «Resultaba preferible tomar medidas inmediatas».

Según el IERAL, el esquema actual de flotación con bandas —entre $1.000 y $1.400, con ajuste del 1% mensual en ambos extremos— le da al Banco Central una herramienta concreta para defender el techo del dólar y calmar los mercados. «Lo fundamental radica en que el mercado perciba y asuma que la autoridad monetaria posee la fortaleza suficiente para defender la banda cambiaria si la situación lo requiriese», puntualiza el informe.
Dólar de convertibilidad y margen de acción
El informe compara la relación entre los pasivos monetarios y las reservas del BCRA para medir el “tipo de cambio de convertibilidad”. Antes de los anuncios, ese valor superaba los $1.400, lo que ponía presión sobre el tipo de cambio oficial. Con los fondos nuevos del FMI y el canje de bonos del Tesoro, el tipo de cambio de convertibilidad cayó a poco más de $900.

Ese descenso, dice el IERAL, amplía los márgenes de acción del Central. «Con el aumento de reservas, los márgenes de acción del Banco Central se ampliaron considerablemente».
Competitividad: sin mejoras sustanciales
Pese al alivio financiero, el análisis es tajante sobre el impacto en la producción nacional. Si el dólar se mantiene en el techo de la banda, el tipo de cambio real podría mejorar hasta ubicarse un 33% por encima del promedio de la Convertibilidad. Pero si cae hacia el piso, estaría 5% por debajo.
«No cabe esperar un salto significativo en la competitividad cambiaria», indica el texto. Por eso, advierten que los problemas del sector productivo no solo continuarán, sino que podrían profundizarse. «Para la producción nacional, será un alivio cambiario acotado. En consecuencia, los problemas actuales de competitividad no solo persistirán, sino que seguramente se agudizarán en los próximos meses», expresan.
Reformas pendientes
El IERAL sostiene que el dato central no es el régimen cambiario en sí, sino el compromiso del Gobierno con las reformas estructurales. En ese sentido, remarcan que el acuerdo con el FMI no presenta avances en cuestiones clave como la reforma tributaria o laboral. «Ni los anuncios oficiales ni el acuerdo con el FMI presentan definiciones contundentes en este sentido», afirman.
No obstante, el informe deja abierta la posibilidad de que estas reformas lleguen más adelante: «La falta de reformas profundas en el acuerdo no descarta que el Ejecutivo las impulse en el futuro».