Consumada la salida de Fernando Gago como entrenador de Boca, una de las voces más autorizadas del análisis futbolístico en Argentina ofreció su visión sin filtros. Diego Latorre, exjugador del club y actual comentarista, aseguró que no le sorprendió la decisión de la dirigencia y señaló que más allá del resultado ante River, lo que terminó de condenar al DT fue la forma en la que su equipo encaró ese Superclásico.
Para Latorre, no fue tanto la caída 2 a 1 ante el clásico rival en el Monumental lo que marcó el final del ciclo, sino la actitud pasiva que mostró el equipo, algo que entró en contradicción directa con las propias ideas del técnico. “Gago hablaba de identidad como una marca registrada de sus equipos y claramente, en ese escenario y contra ese rival, no la pudo demostrar”, expresó en una de sus intervenciones televisivas, aludiendo al plan conservador que mostró Boca en la primera mitad del partido.
Según su análisis, ni la ausencia de Cavani y Giménez ni el posible desgaste de River por la competencia internacional justificaban una postura tan contenida. “No fue más agresivo, no atacó a River ni le cortó los circuitos. No se animó a imponer su idea”, opinó el exdelantero, para quien la apuesta de Boca nunca estuvo clara. Esto, a su entender, no se puede disociar de la presión que arrastraba el entrenador tras quedar eliminado de la fase previa de la Libertadores ante Alianza Lima.
La presión constante, el juicio silencioso y la pérdida de confianza
Uno de los puntos más delicados que marcó Latorre fue la sensación de desgaste interno en el día a día, sobre todo al no lograr los objetivos deportivos mínimos. “Cada pequeña fisura iba a ser muy grande y podía ser el detonante de la destitución. No lo pudo remontar”, explicó, y añadió que cuando un DT percibe que la dirigencia ya no confía plenamente en su trabajo, le resulta mucho más difícil tomar decisiones fuertes en los momentos críticos.
En su análisis más personal, el comentarista también reflexionó sobre una frase que había pronunciado días atrás: “Gago se defraudó a él mismo”. Para Latorre, esa autotraición se vio reflejada en el momento más importante del ciclo. “Uno está en el Teatro Colón y fue como decirle a los actores el libreto en voz baja, con dudas. Es todo lo contrario, uno en ese tipo de escenarios tiene que exhibir todo su potencial”, expresó con crudeza.
La ambición que no se transmitió y la lección para el futuro
Más allá de las críticas, Latorre no dejó de reconocer ciertas virtudes del técnico saliente. “Lo considero muy buen entrenador”, afirmó, sugiriendo que este paso fallido podría convertirse en una experiencia útil a largo plazo. Aun así, dejó en claro cuál fue, para él, la falencia central del proceso: “Quiso resolver todo en base a la táctica. Le faltó transmitir al jugador la ambición de querer ser mejor”, sintetizó, apuntando a un vacío emocional en el vínculo con el plantel.
El ciclo de Fernando Gago fue, en términos cuantitativos, el más corto desde que Juan Román Riquelme asumió un rol dirigencial en Boca, sin contar interinatos como el de Mariano Herrón. En 22 partidos oficiales, Gago cosechó 11 triunfos, 6 empates y 5 derrotas, lo que representa una efectividad del 59 por ciento. Hasta entonces, el técnico con menos partidos había sido Hugo Ibarra, aunque en 36 encuentros logró alzar dos títulos.