El CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, se sumó a las voces que advierten por el impacto inmediato de la nueva política arancelaria impulsada por Donald Trump. En su carta anual a los accionistas, publicada en medio de un nuevo lunes negro para los mercados internacionales, el referente de Wall Street sostuvo que las medidas «probablemente aumenten la inflación y desaceleren el crecimiento».
En un tono abiertamente crítico, Dimon afirmó que la economía global enfrenta una «turbulencia considerable», impulsada por factores como la geopolítica, los déficits fiscales y las nuevas guerras comerciales. En ese contexto, advirtió que los aranceles, sumados a las restricciones no arancelarias, presionarán los precios internos de Estados Unidos y afectarán la actividad económica.
«Es probable que los nuevos aranceles generen impactos inflacionarios, no solo sobre productos importados, sino también sobre bienes locales, debido al aumento de costos de insumos y a la mayor demanda de producción interna», escribió Dimon. A la vez, indicó que si bien no puede afirmarse aún que la medida provoque una recesión, «sí es probable que desacelere el crecimiento».
Déficits récord y presión sobre las tasas
El banquero puso el foco sobre el deterioro fiscal estadounidense: el déficit se ubica en torno a los 2 trillones de dólares, el 6,6% del PBI, el nivel más alto registrado en tiempos de paz sin una recesión. A esto se suma una deuda pública que ya supera el 100% del producto.
Dimon explicó que este desequilibrio fiscal, junto a la necesidad de inversiones en defensa, infraestructura y transición energética, terminarán por sostener presiones inflacionarias en el mediano plazo. «La mayoría de los factores que observo a futuro son inflacionarios», insistió.
Esto tendrá un efecto directo sobre las tasas de interés. Si bien la Reserva Federal puede incidir sobre los plazos cortos, no controla las tasas a 10 años. Según Dimon, estas últimas dependerán de variables estructurales como la inflación, la salud de la economía norteamericana, la demanda global de bonos y la percepción del dólar como activo de reserva.
El mercado no está preparado para una corrección brusca
El ejecutivo también alertó por el desbalance de precios de los activos financieros. Aseguró que las acciones y los bonos aún cotizan por encima de sus promedios históricos, mientras que los spreads de crédito permanecen en niveles bajos, lo que indica que los inversores descuentan un “aterrizaje suave” para la economía global. Dimon, sin embargo, se mostró escéptico: «No estoy tan seguro».
Además, remarcó que el endurecimiento monetario en marcha genera un nivel de incertidumbre inédito. «Nunca antes hubo una expansión monetaria de esta magnitud, y por tanto, tampoco una contracción similar. Esto generará mayor volatilidad en el mercado de bonos del Tesoro».
Posibles efectos sobre Argentina
Las declaraciones del CEO de JP Morgan llegan en un momento clave para la Argentina. La escalada arancelaria de Trump no solo complica el ingreso de exportaciones argentinas a Estados Unidos, sino que agrava el panorama externo con el que el Gobierno de Javier Milei debe negociar el nuevo acuerdo con el FMI.
Con los precios de las materias primas en baja, el dólar más volátil y una mayor aversión al riesgo global, la posibilidad de acceder a los mercados internacionales se vuelve más lejana. En este contexto, las condiciones del préstamo y los plazos de aprobación ganan relevancia geopolítica y económica.