El club de fútbol argentino, Gimnasia y Tiro de Salta, está atravesando de por sí un panorama complejo. En lo que va del campeonato, de 15 partidos jugados, ganó y perdió, respectivamente cuatro partidos, y lleva siete empatados. Ante una campaña que parece signada en el sinsabor, se agrega ahora un escándalo de sensible envergadura. ya que dos jugadores rescindieron sendos contratos en un contexto de amenazas por apuestas deportivas.

Los jugadores del equipo de fútbol argentino desvinculados, en concreto, son Luis Olivera y Marcelo Herrera. Sin embargo, hay que señalar que el caso de Herrera hasta el momento no se confirmó de manera oficial. Ambos deportistas arribaron al equipo a comienzos del 2025 y el escándalo surgido en los días pasados terminó por condenar a la extinción su relación contractual.
El origen del conflicto
Por lo que pudo saberse, dos personas habrían increpado a los dirigentes del club de fútbol argentino con un reclamo en torno a una deuda que uno de los involucrados habría asumido, presuntamente relacionada con el mundo de las apuestas clandestinas deportiva.
Los dirigentes del club salteño Gimnasia y Tiro procedieron, entonces, a comunicarse con el jugador, que confesó su problema de adicción con el juego. Por esa misma razón, propuso rescindir su contrato de trabajo con el club de fútbol argentino en razón de que su adicción condicionaba de manera negativa su desempeño profesional.

Es importante señalar que este jugador, hoy por hoy desafectado del fútbol argentino, se halla bajo tratamiento con asistencia profesional. Por su parte, los dos sujetos que abordaron a la dirigencia del club no han vuelto a apersonarse en la cede del equipo salteño y confesaron que se aproximaron a las instalaciones del club, en pleno centro de la ciudad de Salta, precisamente porque el deportista se mantenía en una situación de mora respecto a la deuda adquirida.
Uno de los aspectos que contribuyó a levantar sospechas en torno al jugador afectado tuvo lugar en el contexto de un partido oficial de la Liga de la Primera Nacional del fútbol argentino. En concreto, la fecha contra el club Deportivo Madryn, en la que el jugador Olivera recibió dos tarjetas amarillas, siendo la segunda apenas iniciado el segundo tiempo del partido.