Argentina se consolida como el motor del crecimiento económico en América Latina durante el primer trimestre del año, según el último informe de Goldman Sachs. El banco de inversión estadounidense subrayó que el nuevo régimen cambiario, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la apertura financiera marcaron un cambio de rumbo para la economía nacional. Sin embargo, advirtió que uno de los desafíos centrales sigue siendo la acumulación de reservas del Banco Central (BCRA).
Concretamente, el reporte señaló que el crecimiento del PBI argentino —5,8% interanual en febrero y 0,8% mensual— permite elevar la proyección anual al 4,7%, por encima de lo estimado inicialmente. Este desempeño posiciona al país como principal responsable del repunte del bloque LA7, integrado por las siete principales economías latinoamericanas.

Un nuevo rumbo en la política económica
Goldman Sachs celebró el giro “decisivo” del Gobierno en materia cambiaria. El Banco Central opera ahora dentro de una banda flotante que va de $1.000 a $1.400 por dólar, con intervención limitada. Este régimen, que permite una apreciación o depreciación del 1% mensual, se complementa con la apertura total del mercado oficial de divisas, lo que eliminó las restricciones que por años afectaron a particulares, empresas e importadores.

También valoró la emisión de los nuevos Bopreal Dólar para resolver pasivos anteriores y regularizar dividendos retenidos. Para el banco, estas reformas son señales claras de normalización del sistema económico argentino.
El acuerdo con el FMI y las metas de reservas
Uno de los pilares del nuevo escenario fue el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que otorgó un financiamiento de USD 20.000 millones. De ese total, USD 12.000 millones ya fueron desembolsados y utilizados en la recompra de deuda en poder del BCRA.
Sin embargo, Goldman Sachs enfatizó que el cumplimiento de las metas pactadas será determinante para mantener la estabilidad: el programa establece un superávit fiscal primario del 1,6% del PBI y la acumulación de USD 8.000 millones en reservas netas antes de fin de año.
Goldman Sachs sugiere actuar antes que esperar
El informe remarcó que si bien el Gobierno dejó flotar el tipo de cambio y permite que el peso se acerque al piso de la banda, también debería aprovechar las oportunidades del contexto para sumar reservas. “Las autoridades parecen dispuestas a permitir que el peso alcance el límite inferior de la banda, pero también deberían acumular reservas aun cuando el dólar se mantenga dentro del rango”, sugiere el documento.
Desde la óptica de la entidad financiera, la recuperación del comercio exterior, la mejora del agro y el respaldo del FMI ofrecen una ventana de oportunidad para consolidar la política económica y garantizar mayor fortaleza frente a eventuales shocks externos.
La mirada cautelosa de Moody’s
En contraste, Moody’s adoptó una postura más conservadora. Si bien mejoró la perspectiva crediticia del país, también advirtió que la sostenibilidad de las reservas no está garantizada. A pesar del flujo actual de divisas por financiamiento multilateral y blanqueo de capitales, la calificadora recordó que en 2024 el superávit comercial fue insuficiente para frenar la pérdida de dólares.
Un portavoz de la agencia indicó que la decisión del BCRA de no comprar dólares en esta etapa no es negativa, dado que hay liquidez suficiente, pero remarcó que el desafío será sostener ese equilibrio sin depender exclusivamente del endeudamiento externo.
Un contexto regional más dinámico
Más allá del caso argentino, el informe de Goldman Sachs identificó señales de recuperación en otras economías clave de la región. Brasil repuntó con una cosecha récord, Colombia mejoró su ejecución presupuestaria y México logró salir del terreno negativo, aunque su expansión aún es débil.
Para el banco de Wall Street, “el entorno global sigue siendo desafiante, pero las reformas estructurales en Argentina y los brotes de crecimiento en otras economías del bloque sugieren un primer trimestre más sólido para América Latina”.