Luego de la dura eliminación ante Independiente, en Boca no hay tiempo para lamentos. Con el Mundial de Clubes a tan solo 25 días, Juan Román Riquelme decidió acelerar la búsqueda del nuevo entrenador y ya dejó claro cuál es el perfil que pretende para sentarse en el de Boca. No se trata solo de elegir un nombre, sino de encontrar a alguien capaz de afrontar un momento delicado y de tomar decisiones de fondo sin titubeos.
Para el presidente, es imprescindible que el próximo DT tenga mucha experiencia en la conducción de planteles, especialmente en contextos de alta presión. Considera que este no es momento para apuestas ni improvisaciones: el ciclo que viene demanda liderazgo, espalda y autoridad para ordenar un vestuario golpeado. Y más aún, para ejecutar una depuración del plantel, que incluiría salidas resonantes como las de Marcos Rojo —con contrato hasta diciembre— o Sergio Romero, entre otros que ya no cuentan con protagonismo.
Depuración urgente y tiempos ajustados
Más allá de la calidad táctica, lo que se busca es carácter y toma de decisiones sin vueltas. En Boca ya están convencidos de que es hora de barajar y dar de nuevo, y eso implica limpiar nombres pesados y sumar nuevos perfiles para construir un equipo competitivo desde cero. El próximo entrenador no solo debe estar preparado para eso, sino dispuesto a hacerlo en tiempo récord.
La urgencia es tal que Riquelme quiere presentarlo este lunes en conferencia de prensa, y que el martes ya esté al frente de las prácticas, justo cuando el plantel regresa de su descanso para preparar el duelo clave frente a Benfica. Cada día cuenta, y no hay margen para perder tiempo.
Los tres nombres que suenan fuerte
Dentro de las opciones, hay tres entrenadores que se mantienen en la órbita de Boca. El primero y más firme es Gustavo Quinteros, que se encuentra libre y ya mostró interés en el puesto. Su paso reciente por Vélez y su perfil encajan con lo que busca la dirigencia. Luego aparece Gerardo Martino, quien acaba de cerrar su ciclo en el Inter de Miami y aunque cumple con todos los requisitos, está casi descartado por haber rechazado la propuesta en 2023 antes de la llegada de Jorge Almirón.
El tercero en la lista es Miguel Ángel Russo, actualmente en San Lorenzo, donde está disputando las semifinales del torneo ante Platense. Si llegara a clasificar a la final —que se jugaría el 1 de junio—, su salida sería una carrera contrarreloj: debería volver de Santiago del Estero, rescindir su contrato y hacerse cargo del Xeneize en menos de una semana antes del viaje al Mundial. Pese a lo improbable del escenario, no está descartado.
Todo indica que la decisión se tomará en las próximas horas. En Boca no hay lugar para segundas oportunidades: el próximo DT tendrá que llegar, ordenar y competir. Todo al mismo tiempo.
