Después de igualar 1-1 ante Auckland City de Nueva Zelanda en el Geodis Park de la ciudad de Nashville, Boca quedó tercero y eliminado en el Grupo C del Mundial de Clubes, en el cual clasificaron Benfica de Portugal y Bayern Múnich de Alemania, y desperdició la oportunidad de embolsar una cifra millonaria en premios deportivos.
Por ingresar a la flamante competencia global de equipos, el club boquense recibió un cheque de 15.21 millones de dólares. Además, acumuló dos millones extra, uno por el empate ante el equipo luso y otro por su paridad ante los neozelandeses. Por lo tanto, se retirará de Estados Unidos con un total de 17.21 millones.
En contrapartida, los dirigidos por Miguel Ángel Russo se perdieron una recompensa de 7.5 millones, la cual hubieran obtenido en caso de avanzar a los octavos de final. Por otra parte, al no sumar triunfos en la etapa inicial no se ganó el derecho a recibir los 2 millones que otorgaba cada victoria.
Mirando aún más adelante, las instituciones que disputen los cuartos de final cobrarán otros 13.21 millones, mientras que los semifinalistas sumarán 21, el subcampeón se llevará 30 y el primer ganador de la historia del certamen se llevará el trofeo y un bonus de 40 millones de la moneda norteamericana.
Esto quiere decir que el conjunto azul y oro no pudo siquiera sacar una ganancia de consuelo imponiéndose frente a los oceánicos y, de esta manera, se retira del certamen internacional con una billetera flaca en billetes y con la deshonra que causó al mundo futbolístico de no poder descollar contra un elenco semiprofesional, con jugadores que no viven del fútbol y que se ganan el pan realizando otras profesiones en su país natal.
Se verá entonces cómo el cuadro de la Ribera, ante este fracaso rotundo de no poder ganar un partido, se recompone y asimila este mazazo deportivo que el planeta acaba de ser testigo de una proeza de parte de los oceánicos.
