El periodista de TyC Sports, Gabriel Rymland, analizó la participación de Boca en el Mundial de Clubes y fue elocuente: “A pesar de una luz de esperanza que se había encendido después de cada una de las dos primeras presentaciones del club boquense en los Estados Unidos ante el Benfica de Portugal y el Bayern Múnich de Alemania, el regreso a Ezeiza será similar a la partida:envuelto en interrogantes y sin un panorama claro para el futuro. La decepcionante y bochornosa actuación contra Auckland City de Nueva Zelanda, si bien puede tener algunos atenuantes, fue un baldazo de realidadcomo para recordar en qué situación está el equipo”.
El escritor prosiguió: “La magia no existe y nadie podía pensar que del pésimo semestre se podía pasar sin escalas a competir de igual a igual con los mejores del planeta. Un cúmulo de malas decisiones, que comenzó condemorar la salida de Fernando Gago, llevó a que Miguel Angel Russo tuviera su debut en el mismísimo certamen internacional. Y que en un mes sin actividad solo se consiguiera incorporar a Marco Pellegrino (desgarrado) y a Malcom Braida. Se trabajó como para afrontar un torneo de veranoy se volvió a regalar prestigio”.
El redactor siguió con su argumento: “Desde el momento del sorteo se sabía que el partido contra el elenco luso iba a ser una final anticipada. Después es fútbol y todo puede pasar, pero el análisis previo era claro y casi que cumplió con los pronósticos”.
Además, agregó que “la ventaja de dos goles, pero especialmente la actitud y el carácter que había mostrado el conjunto azul y oro fueron una grata sorpresa. Pero de inmediato volvieron a aparecer las desinteligencias, como el absurdo penal de Palacios, el excesivo retroceso con un jugador de más, los problemas en la marca en la pelota parada y otra infantil expulsión en un compromiso clave”.
“Así y todo se coincidió en que el saldo había sido positivo. El tema fue que el protagonismo cedido a los portugueses fue demasiadoy recién se pudo constatar en el choque contra los ‘Bávaros’. Allí sí hubo un rival claramente superior, que en el primer tiempo pudo haber goleado al ‘Xeneize’ y que evidenció inmensas diferencias de todo tipo. Quizá si el orden de los partidos hubiera sido al revés el análisis también hubiese cambiado”, finalizó.