Como en cada mercado de pases, Leandro Paredes es el gran deseo del Presidente, Juan Román Riquelme, para sumarlo a Boca. Entre la cláusula de 3.5 millones de euros que el jugador tiene en la Roma exclusivamente para regresar al club boquense, y el Mundial de Clubes que afrontará el plantel en los próximos días, los dos caminos podrían unirse si se pulen los detalles pertinentes.
Las negociaciones aún no comenzaron, pero en el “Xeneize” sostienen el optimismo para llegar a un acuerdo en los días venideros y poder contar con el campeón del mundo con la Selección Argentina en el Mundial de Qatar 2022 en la contienda que se disputará en los Estados Unidos. Sin embargo, una cuestión extra futbolística parece poner en jaque su presencia en el certamen internacional.
Es que el futbolista de la escuadra italiana tiene un evento pautado para este 24 de junio en Argentina, que cae en plena Copa del Mundo. Charlando con Martín Pérez Disalvo (Coscu) en un streaming de Twitch, el volante central de la “Loba” confirmó que será parte de un amistoso a beneficio en la ciudad bonaerense de Caseros para juntar fondos para la causa de Santino Rzesniowiecki, un niño que lucha contra la leucemia y que necesita un costoso tratamiento en Singapur.
El mediocampista se comprometió con el streamer para dicho evento benéfico ya que coincide con el receso por vacaciones para los equipos que no participan del campeonato que reúne a 32 de los mejores elencos del planeta. Hasta la actualidad, el ex Zenit San Petersburgo de Rusia y París Saint Germain de Francia, entre otros, sigue perteneciendo al cuadro “Giallorosso” y no comenzaron las negociaciones con el conjunto azul y oro. Si se define su arribo allí y juega el torneo, quedará por resolverse su participación en el evento benéfico.
Se verá entonces si el integrante del Seleccionado nacional que disputará la doble fecha de Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026 negociará con Román y con los miembros del Consejo de Fútbol o si tendrán que esperar a que el hijo pródigo vuelva a su casa.