En la conferencia de prensa que brindó después de la igualdad 2-2 entre Boca y Benfica por la primera fecha del Grupo C del Mundial de Clubes, Bruno Lage encontró la palabra que resumió al partido tanto dentro como fuera de la cancha: “Enérgico”, dijo para referirse a un desarrollo con mucha fricción desde lo físico y marcador cambiante, con protestas de un lado y del otro al arbitraje, y con una hinchada que cosechó elogios a nivel mundial.
El entrenador del equipo portugués fue consultado precisamente por el marco que dieron al encuentro los hinchas del club boquense y no pudo hacer otra cosa que mostrar su admiración. “El ambiente que generaron fue fantástico. El partido tuvo mucha energía tanto dentro como fuera de la cancha. Diría que el partido pudo haber tenido más ritmo, pero hubo muchas interrupciones. Y cinco minutos de adición fueron poco”, comenzó diciendo.
Y agregó: “Realmente fue un partido con mucha energía fuera de la cancha. Nos sentimos como si estuviéramos jugando de visitantes, porque la afición de Boca llenó gran parte del estadio. Pero también nos sentimos orgullosos porque nuestra afición se hizo oír y apoyó al equipo cuando más lo necesitábamos”.
Los goles que le permitieron al elenco lusitano empatar un marcador que lo había encontrado en desventaja de dos goles ante el plantel de Miguel Ángel Russo llevaron la firma de futbolistas argentinos: Ángel Di María de penal en el primer tiempo y Nicolás Otamendi de cabeza ya en los minutos finales del compromiso. A ambos se refirió su DT, consciente de que para la próxima temporada bien podría no contar con ninguno de los dos.
“Otamendi es muy importante. Está teniendo una temporada fantástica, en la que ya había marcado más goles de pelota parada. Es un jugador muy importante para nosotros en este momento, tanto en ataque como en defensa. Tiene una enorme experiencia, liderazgo y es un ejemplo de profesionalismo y trabajo“, dijo sobre el defensor al que Benfica intenta renovar por un año más.