El plantel del Club Atlético Boca Juniors ya tiene a su nuevo entrenador. Miguel Ángel Russo fue presentado al inicio de la semana y ya trabaja a fondo, liderando los entrenamientos de un equipo que lleva a cabo una mini pretemporada, de cara a lo que será el debut en el Mundial de Clubes de la FIFA. Mientras tanto, la dirigencia liderada por Juan Román Riquelme busca acelerar por la llegada de algunos refuerzos.
El flamante nuevo entrenador del cuadro Xeneize comenzó su tercer ciclo en la institución siendo muy riguroso, dando a entender que encontró algunas falencias en el equipo, principalmente en materia física. Es por eso que se vienen implementando jornadas de doble turno, con un enfoque renovado y buscando mejorar sustancialmente el estado físico de sus jugadores en un corto periodo de tiempo.
Es por esta razón que el retorno de Miguelo al club de La Ribera se dio con el objetivo de que haya un cambio profundo en Brandsen 805, desde la mentalidad del plantel hasta la dinámica del mismo, envueltos en una crisis futbolística de la que hay que salir. Para ello, el DT impuso algunas medidas de urgencia de cara a lo que viene.
Las fuertes medidas de Russo
Desde el primer entrenamiento que lideró en Boca Predio, el técnico prioriza la recuperación física y mental de su grupo, modificando el esquema de entrenamientos y agregando sesiones dobles los martes y jueves. Esto, con el objetivo de extender esta forma de trabajo en los días siguientes, dependiendo de cómo vaya evolucionando el plantel.
Además, con el viaje a Miami el próximo domingo 8 de junio, tampoco se descarta que los futbolistas del cuadro azul y oro deban trabajar incluso durante ese fin de semana previo al vuelo rumbo a Estados Unidos, debido a que tienen muy poco tiempo para mejorar el estado físico.
Finalmente, una vez instalados en la Barry University, el plantel de Boca seguirá con la puesta a punto, enfocándose en la adaptación al clima, consolidar el grupo y preparar la táctica para el debut ante Benfica.