La caída de anoche ante Bayern Múnich de Alemania dejó a Boca dependiendo de un milagro para clasificar a los octavos de final del Mundial de Clubes. El club boquense no solo necesita ganarle a Auckland City de Nueva Zelanda y que los alemanes hagan lo propio con Benfica de Portugal, sino que debe recortar siete goles de ventaja con los portugueses. Entre todas las combinaciones de resultados posibles, una haría que todo se defina por sorteo.
Los dirigidos por Miguel Ángel Russo se ubican en el 3° lugar con 1 punto (-1 de diferencia de gol) y necesitan superar a la institución lusa, que está 2° con 4 unidades (+6). Si los portugueses pierden 1 a 0 ante los “teutones”, un 6 a 0 a los neozelandeses le alcanzará al “Xeneize” para seguir con vida.
Todo empieza a cambiar si igualan en los criterios de desempate. Si tanto el conjunto azul y oro como las “Aguilas” quedan empatados en puntos, diferencia de gol, tantos a favor y juego limpio (cantidad de amarillas y rojas recibidas en el torneo), la FIFA debería recurrir al azar para determinar al clasificado.
Para que todas las igualdades recién mencionadas se cumplan, deben darse un montón de situaciones. Primero y principal, el cuadro de la Ribera tendría que golear 6 a 0 a los oceánicos, mientras que el equipo donde militan los argentinos Nicolás Otamendi y Angel Di María debería caer 2 a 1 ante los “Bávaros”. Eso dejaría a ambos con 4 puntos, +5 de diferencia de gol y 9 anotaciones a favor.
En cuanto al Fair Play, donde la amarilla resta 1 punto, la expulsión por doble amonestación 3 y la roja directa 4; solo 4 unidades separan a la entidad de Brandsen 805 de los europeos. Los de Russo acumulan -13 (2 rojas directas y 5 amarillas) y los portugueses 9 (1 expulsión directa y 5 amonestaciones).
De esta manera,si Benfica recibe una expulsión directa o 4 tarjetas amarillas y el plantel argentino finaliza su encuentro limpio, sumado a los resultados recién mencionados, quedarían igualados en todo. Con ese panorama, FIFA deberá organizar un sorteo.