Boca ya está en Estados Unidos en la recta final de la preparación para el debut ante Benfica de Portugal, que se producirá el lunes de la semana que viene desde las 16 en el Hard Rock Stadium. Esta tarde tendrá su segundo entrenamiento en la ciudad de Miami para empezar a definir la formación contra el club lusitano, con un plantel que cuenta con dos futbolistas que ya participaron de un Mundial de Clubes, aunque no con este novedoso formato: Marcos Rojo y Javier García, que así, se transformaría en el único en la historia de la institución en ser parte de dos delegaciones en decir presente en dos eventos de esta magnitud.
El Director Técnico del “Xeneize”, Miguel Ángel Russo, tiene hasta las 12 de la noche de la Argentina para entregar la lista de 35 jugadores que, a priori, estarán en la cita internacional. A la espera de las llegadas de Marco Pellegrino, Malcom Braida y, por qué no, Leandro Paredes, la nómina cuenta con muchos futbolistas de larga trayectoria, pero con solo el veterano arquero y el defensor que cuentan con experiencias en este certamen.
Con Mauricio Caranta como titular y Pablo Migliore como primera alternativa, un portero de tan solo 20 años que todavía no había debutado en Primera División viajó como tercer guardameta de aquella comitiva del conjunto azul y oro que iba por otro batacazo en Japón.
En ese 2007, tras el 1-0 ante el Etoile du Sahel, de Túnez, con tanto de Neri Cardozo, llegó aquella final ante el poderoso Milan, que terminó por tomarse revancha de la Copa Intercontinental 2003. El 4-2 en el que brillaron el fútbol de Kaká y los goles de Filippo Inzaghi terminó siendo el detonante del primer ciclo del experimentado entrenador en el cuadro de la Ribera.
Quien también conoce lo que es haber disputado este tipo de competencias es el sub capitán, que en 2009 estuvo a punto de dar el batacazo y derrotar al Barcelona de Pep Guardiola y compañía, con la aparición repentina de Lionel Messi que, en tiempo suplementario, le dio el trofeo al “Barça” ante Estudiantes de La Plata.
