Desde finales del siglo XIX, seis generaciones han forjado la historia de la familia Bougrier. La historia se inicia en 1885, cuando Achille Guénault-Cousin descubrió el Plateau des Hauts Lieux en la región de Touraine, en la localidad de Saint Georges sur Cher. Surgió en él , entonces, una pasión por este terroir y por el potencial de sus vinos. Tal fue la impresión que se produjo que nunca se fue y dio origen al Domaine Guenault. Desde entonces, varias generaciones han participado en el desarrollo y la fama de sus terroirs y denominaciones en este gran viñedo que constituye el Valle del Loira: Maria Guenault, Maurice Bougrier y Jean-Claude Bougrier, cuarta generación, trabajaron de manera sucesiva de aquel modo.

Desde su llegada en 1988, Noël Bougrier, perteneciente a la quinta generación, ha dado una nueva dimensión a la Casa Familiar. En primer lugar, hizo posible el sueño de las generaciones anteriores, ampliando la cobertura de la finca a todo el Valle del Loira, desde Sancerre hasta el Pays Nantais, con las sucesivas creaciones de las tres bodegas de la familia: Les Caves Tourangelles en la región de Touraine en 1995, Les Caves de l’Angevine en Anjou en 2000 y Les Caves de la Nantaise en Muscadet en 2008. Finalmente, a través de sus viajes, se convirtió en un verdadero embajador del viñedo, desarrollando la imagen de la casa.
Por eso, sus vinos se sirven ahora en algunas de las mejores mesas del mundo. En 2015, Nicolas Bougrier se incorporó a la familia y dos generaciones trabajan mancomunadamente para lograr un único objetivo: revelar la mejor expresión del Valle del Loira, con el mayor respeto por el nombre y la tierra. Sophie Bougrier, hermana de Nicolas, siempre está presente para representar a la casa, tanto en Francia como en el extranjero.
El viñedo
El viñedo de la familia Bougrier, con más de cien hectáreas y dos dominios, ilustra la diversidad de los terroirs de la región de Touraine: el Domaine Guenault, que dio origen a la ilustre historia de la familia Bougrier en 1855, y el Domaine de Lusqueneau, ubicado en la Denominación de Origen Protegida Touraine Mesland. El enólogo de la familia Bougrier, Guillaume Noiret, gestiona estas fincas desde hace casi diez años, con vinos que resultan laureados de manera habitual.
Desde 1995, Franck Chatelain se encarga de toda la vinificación en la bodega Les Caves Tourangelles ubicada en Saint Georges sur Cher, donde cada año se crían y producen los ejemplares Touraine Sauvignon Blanc, Touraine Rouge, Touraine Rosé y Rosé de Loir. En el año 2014, Marlène Bruche, también enóloga, se unió al equipo de trabajo de Chatelain.
Por su parte, en la bodega Les Caves de l’Angevine, desde el año 2000, la enóloga Gwenael Guihard gestiona la vinificación de este viñedo. Ubicado en Vaudelnay, en el corazón de los viñedos de Anjou, se vinifican y envejecen, año tras año los famosos Rosé y Cabernet de Anjou. Finalmente, Les Caves de la Nantaise, la más joven bodega de la casa, nació en 2008 y desde entonces está dirigida por Lionel Métaireau. Está ubicada en la localidad de Pallet, en pleno corazón de los viñedos de Nantes, donde se elaboran vinos con la variedad de uva Muscadet.
Una locación privilegiada
El río Loira no es un río tranquilo. En más de 500 kilómetros, sus orillas y laderas se adornan con una variedad inigualable de terroirs y climas propicios para producir vinos únicos: el Valle del Loira es sin duda la región de la diversidad, un placer lleno de delicadeza y ligereza. Cuatro importantes regiones vitivinícolas destacan en este vasto conjunto: los viñedos del Centro-Loira, Turena, Anjou-Saumur y el País Nantais.
Cada una posee su propia geología y variedad de uva, lo que confiere al viñedo de la familia Bougrier una gran diversidad y lo convierte en uno de los más dinámicos y vibrantes de Francia. Hoy en día, el Valle del Loira es el tercer viñedo francés con más de 75.000 hectáreas y 73 denominaciones.

Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es uno de los paisajes más bellos, dibujados por la naturaleza y modelados por la humanidad, como lo demuestran en particular los famosos Castillos del Loira. Porque efectivamente, el Valle del Loira o más bien el Valle de los Reyes vio nacer en su seno algunos de los castillos más bellos de Francia: el Castillo de los Duques de Bretaña en Nantes, Chenonceau, Amboise, Chambord, Cheverny, lugares tan mágicos que nos recuerdan que los reyes de Francia fijaron su residencia en el Valle del Loira desde siempre.