Solo restan un par de horas para que se de finalmente la definición del Grupo C del Mundial de Clubes. Boca enfrentará al Auckland City de Nueva Zelanda, manteniendo viva la ilusión de una goleada histórica para clasificar a los octavos de final, mientras esperan por una ayuda del Bayern Münich, que al mismo tiempo jugará ante Benfica, siendo vital un triunfo alemán para las aspiraciones Xeneizes.
Los campeones de Oceanía hasta ahora perdieron ambos encuentros que disputaron, yéndose goleados contra alemanes y portugueses, y todavía no marcaron goles en lo que va del torneo.
Y es que, si bien son una potencia en el fútbol de su país y suelen ser habituales participantes de este certamen lo cierto es que, a diferencia de los demás equipos, este club es el único semiprofesional. La mayoría del plantel está compuesta por futbolistas que, al mismo tiempo que se desempeñan como jugadores de fútbol, también tienen otros oficios.
Haciendo un repaso de los trabajos de cada futbolista del conjunto oceánico, hay seis de ellos que tienen una rutina ligada al club en el que juegan. Gerard Garriga da clases de fútbol en colegios con los que tienen distintos acuerdos, además de academias, mientras que Alfie Rogers, Jackson Manuel, Michael Den Heijer, Haris Zeb y David Yoo también se desempeñan como entrenadores.
Algunos trabajos más, alejados del fútbol
En primer lugar, Conor Tracey, quien fue titular ante Bayern Münich, trabaja en una tienda de artículos para la construcción con las herramientas, mientras que la última labor de Sebastián Ciganda fue limpiando piletas. Pasando a los defensores, Adam Mitchell es agente inmobiliario, mientras que Regont Murati es empleado de logística en Kotahi Logistics Ltd.
En el mediocampo, Joseph Lee trabaja en el departamento de atención al cliente de Samsung; Nathan Lobo estudia en la Universidad de Auckland; y Dylan Manickum es asistente de ingeniero de obra para Vuksich & Borich. Ya en la delantera, Ryan De Vries es chapista, Angus Kilkolly es empleado de una empresa de fabricación de herramientas, y Myer Bevan estudia entrenamiento personal, al mismo tiempo que es entrenador comunitario.