El Presidente de Boca, Juan Román Riquelme, busca refuerzos para complacer a su flamante Director Técnico, Miguel Ángel Russo, pero también tiene en claro que el mercado de pases le servirá para gestionar varias salidas que deben darse dentro del plantel. Es tiempo de cambios en el club boquense y un operativo de limpieza en esta etapa del año será clave para lo que venga en el segundo semestre, posterior al Mundial de Clubes.
Está claro que dentro de esa depuración del equipo hay algunos nombres de peso que tendrían la puerta de salida abierta y que, en el caso que lleguen propuestas, las mismas serán escuchadas y analizadas. Por ello, este es el cuadro de situación de cada uno:
En el caso de Sergio Romero, debió ser operado en una de sus rodillas y tuvo una larga rehabilitación, que terminó hace pocos días. El panorama cambió mucho para él con la llegada de Agustín Marchesín, que se afianzó bajo los tres palos. Lo cierto es que hoy por hoy es el cuarto arquero y lo lógico es que no siga.
Por el lado de Marcelo Saracchi, el defensor perdió el puesto luego del cruce por Copa Libertadores con Alianza Lima y terminó siendo borrado por Fernando Gago. Mariano Herrón tampoco lo tuvo en cuenta y no está dispuesto a seguir esperando en el banco de los suplentes, por lo que es probable que quiera irse en este mercado, teniendo en cuenta que Russo ve por encima a Lautaro Blanco.
Uno de los casos más llamativos es el de Luis Advíncula porque en gran parte del año fue el lateral derecho titular, pero el experimentado entrenador de 69 años ve por encima a Lucas Blondel de momento. Si bien la intención del futbolista es quedarse, una buena oferta podría hacer que el elenco estudie el panorama.
Un ciclo cumplido hace tiempo que se encamina a cerrarse pronto es el de Frank Fabra. Posee contrato hasta diciembre y así se concretaría su partida, pero no sería raro que busquen que se vaya en esta misma ventana de transferencias. Tiene ofertas, pero su salario actual es alto y eso podría ser un problema.