El equipo económico del gobierno de Javier Milei comenzó las reuniones técnicas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el marco de la primera evaluación trimestral del acuerdo por USD 20.000 millones firmado con la Argentina. Según pudo saber Noticias Argentinas, el ministro de Economía, Luis Caputo, no participa de esta etapa, ya que está reservada exclusivamente a técnicos.
El acuerdo con el FMI fue clave para que el gobierno lograra recapitalizar el Banco Central (BCRA) y avanzar hacia la salida del cepo cambiario para individuos. En ese contexto, Argentina recibió un desembolso inmediato de USD 12.000 millones, lo que permitió estabilizar parte de la macroeconomía.
El Gobierno confía en el cumplimiento de las metas
Si bien no se alcanzaron los objetivos de acumulación de reservas, el Ejecutivo apuesta a que el sobrecumplimiento fiscal y monetario, junto con la baja de la inflación y el crecimiento económico —que según estimaciones llega al 5,8%— sean suficientes para superar la revisión.
Analistas que siguen la relación entre el gobierno y el organismo multilateral consideran probable que el FMI apruebe un nuevo desembolso de USD 2.000 millones, previsto para la primera semana de julio. Esto permitiría fortalecer aún más las reservas y seguir avanzando en el plan de estabilización.
Caputo quedó al margen, pero con respaldo técnico
La ausencia de Luis Caputo no implica un cambio político. Por el contrario, responde al protocolo habitual de este tipo de encuentros, en los que solo participan los equipos técnicos del Ministerio de Economía, el Banco Central y representantes del FMI.
La misión técnica está encabezada por Bikas Joshi, un economista de nacionalidad nepalí con experiencia en América Latina. Lo acompaña un funcionario británico de origen indio, ambos con conocimiento profundo de la situación argentina y del programa vigente.
La buena relación con el FMI ha sido destacada por el entorno del ministro. Esa sintonía, sumada a los resultados fiscales y monetarios, permitirían evitar la solicitud de un waiver, algo que suele pedirse cuando hay metas incumplidas. Por ahora, el gobierno cree que no será necesario.
Si el desembolso de julio se concreta, el Ejecutivo tendrá más margen para profundizar su hoja de ruta. La prioridad sigue siendo el equilibrio de las cuentas públicas, la normalización del mercado cambiario y la consolidación del programa con el Fondo.
