Sin haber finalizado la segunda fecha del Mundial de Clubes 2025, ya hay un equipo que aseguró su clasificación a los octavos de final: Flamengo. El conjunto carioca se impuso de manera categórica y recibió una inesperada ayuda externa que le garantizó su lugar entre los 16 mejores del certamen.
Un sábado perfecto para Flamengo
En una jornada intensa que se cerró con el duelo entre Boca y Bayern Múnich, los brasileños ya podían celebrar. Es que, antes de ese cruce, el Esperance de Túnez venció 1 a 0 a Los Ángeles FC, resultado que dejó sin opciones a los norteamericanos y consolidó a Flamengo como líder indiscutido del Grupo D. Con esta combinación de resultados, los dirigidos por Filipe Luís quedaron inalcanzables.
Horas antes, Flamengo había dado el golpe más fuerte del día: un 3 a 1 ante Chelsea, que no solo lo colocó en la cima con 6 puntos, sino que también dejó a los ingleses en una situación incómoda de cara a la última jornada. Ahora, Esperance y Chelsea se jugarán el segundo pasaje a octavos el próximo martes 24 de junio.
LAFC, la gran decepción del torneo
El conjunto de Los Ángeles FC, que ingresó al certamen tras la descalificación de León por parte de la FIFA, no logró justificar su lugar en la competencia. Con dos derrotas consecutivas, ya no tiene chances de avanzar. Sus números hablan por sí solos: dos caídas, cero goles a favor y muchas dudas sobre su desempeño en un torneo de esta magnitud.
De esta manera, el equipo norteamericano se despide sin pena ni gloria, dejando a Flamengo como el claro dominador del grupo, y a Chelsea y Esperance disputando el segundo lugar.
El posible rival en octavos
Con el primer puesto del grupo D ya en el bolsillo, Flamengo aguardará por su próximo desafío. Su rival saldrá del Grupo C, aún abierto, donde Benfica, Bayern Múnich y Boca Juniors luchan por los puestos de clasificación. El único eliminado es Auckland City, que sufrió dos goleadas abrumadoras: 10 a 0 y 6 a 0.
El cruce de octavos promete ser un choque de alto voltaje. Y mientras el resto define su suerte, Flamengo ya descansa tranquilo, sabiendo que su camino hacia la gloria sigue intacto.