La historia parece estar escribiendo su capítulo final en la Ribera. Tras quedar fuera de los convocados en el empate ante Argentinos Juniors, Marcos Rojo se encamina a cerrar su ciclo en Boca y ya puso la mira en Estudiantes, donde todo comenzó. La operación, impulsada por Juan Sebastián Verón, busca convencer al Xeneize de liberar al defensor por una suma baja, a menos de seis meses del final de su contrato.
La Brujita ya dio el visto bueno para el regreso del zaguero y espera repetir una fórmula que le funcionó recientemente: una salida anticipada, con un resarcimiento simbólico, tal como ocurrió con Leandro González Pírez en su llegada desde River. En este caso, Boca deberá decidir si le abre la puerta a un histórico que hoy no figura en los planes del entrenador.
Negociación abierta entre Riquelme y Verón
El interés de Estudiantes no es nuevo, pero en los últimos días las conversaciones tomaron forma. Según trascendió, Verón ya habría iniciado contactos informales con el entorno de Rojo, y el propio futbolista habría manifestado su deseo de interrumpir su contrato para priorizar su regreso a La Plata.
En paralelo, el equipo dirigido por Eduardo Domínguez busca reforzar su defensa tras un semestre con muchas dudas en el fondo. La experiencia, el liderazgo y la identificación del defensor con el club hacen que la vuelta tenga sentido para ambas partes.
Desmentida categórica sobre Gimnasia
En medio de estos movimientos, surgieron rumores que vincularon a Rojo con Gimnasia, algo que el propio jugador desmintió sin rodeos. “Jamás jugaría en Gimnasia. Todos saben cuál es mi deseo”, declaró con firmeza en diálogo con Cielosports, luego de que una foto suya con amigos generara especulaciones en redes sociales.
“Es ridículo lo que se está publicando. No hace falta ni aclarar eso”, agregó, dejando en claro que su única intención es ponerse nuevamente la camiseta del Pincha, el club con el que ganó la Copa Libertadores en 2009.
Los números de Rojo con la camiseta del León
Durante sus dos etapas en Estudiantes, Rojo disputó 54 partidos, anotó cuatro goles y brindó dos asistencias. Además, fue parte de los planteles que conquistaron la Libertadores 2009 y el Torneo Apertura 2010, consagrándose como una de las figuras formadas en la cantera albirroja que lograron triunfar tanto en el plano local como internacional.
Todo indica que el defensor podría tener su última gran función en el club que lo vio nacer. Y esta vez, el regreso parece cuestión de tiempo.
