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BOCA JUNIORS

En medio del caos, Russo tomó una fuerte decisión para cambiar el destino de Boca: «la realidad…»

El futuro del nuevo ciclo del DT pende de un hilo.

Russo Boca
Foto de @BocaJrsOficial

Miguel Ángel Russo no se quedó de brazos cruzados tras la dura derrota de Boca frente a Huracán. “No estoy acostumbrado a perder”, lanzó en conferencia de prensa, dejando entrever que el golpe caló hondo. Pero no se quedó solo en palabras: ya le planteó a Juan Román Riquelme una idea concreta para intentar revertir la situación. Una modificación estructural, con fuerte carga simbólica, que apunta directamente al corazón del club.

La propuesta del entrenador consiste en trasladar nuevamente los entrenamientos a Casa Amarilla y realizar las prácticas de fútbol dentro de La Bombonera. Aunque esto ya se ensayó de forma puntual durante la semana del regreso de Leandro Paredes, ahora la intención es instaurarlo como rutina. Para Russo, este cambio no es sólo logístico, sino emocional.

Volver al barrio para reencontrarse con la identidad

El principal argumento de Russo es claro: los jugadores necesitan volver a sentir de cerca lo que significa representar a Boca. En Ezeiza, todo es moderno, aislado y cómodo, pero está lejos del calor popular. El DT quiere que el plantel se roce con “la realidad”, esa que se respira a metros del estadio y que él conoce desde su paso en 2007.

Estar en La Boca, convivir con la gente y entrenar donde se juega, puede generar una conexión que Russo considera esencial. Cree que, tanto en los triunfos como en los tropiezos, la cercanía con el hincha obliga a comprometerse más. Para el técnico, ese roce con la vida cotidiana del barrio es un elemento que se ha perdido y que urge recuperar.

Gago lo intentó antes, pero no lo dejaron

Esta iniciativa no es completamente nueva. Fernando Gago, en su etapa como DT xeneize, también pidió que se realizaran las prácticas en el estadio. Sin embargo, el pedido fue rechazado. La respuesta oficial giró en torno a la logística diaria: el traslado de comidas y la coordinación del personal entre predios.

Ahora, con Russo al mando, el reclamo se repite. La diferencia es que la situación deportiva es más crítica y la dirigencia podría estar más abierta a probar algo distinto. Quizás la voz de un técnico con historia y espalda pese más esta vez.

Una decisión que puede marcar un quiebre

Para Russo, este es apenas un primer paso. Cree que el cambio de rutina puede ser un detonante anímico que, con buenos resultados, desencadene mejoras dentro del campo de juego. No hay certezas, pero sí una convicción fuerte: «todo empieza por algo», dijo el DT. Y él ya dio el primer paso.

Queda por ver si Riquelme y la comisión directiva acompañan la idea. El escenario está planteado, y la pelota, una vez más, queda en manos de los dirigentes. ¿Será este el golpe de timón que necesita Boca para salir del bajón?