Cristian “Pochi” Chávez asumió una responsabilidad poco común en el fútbol profesional: mientras es el entrenador de Jorge Wilstermann, el ex Boca también se inscribió como jugador para intentar salvar al equipo del descenso. Una decisión inusual que refleja su compromiso con el club donde es ídolo.
El equipo de Cochabamba se encuentra en la penúltima posición de la tabla de la Liga de Bolivia y ocupa el único puesto de eliminatorias por la permanencia, a falta de cuatro fechas para el final del torneo.
Chávez tomó el mando del plantel profesional en abril, un mes después de haber dirigido la Reserva, reemplazando a Luciano Theiler. Desde entonces, los resultados no mejoraron y la posibilidad de incorporar refuerzos quedó descartada por motivos económicos.
Ante esa limitación, el ex Boca decidió inscribirse como futbolista. Lleva 22 meses retirado, por lo que todavía está habilitado según el reglamento: un jugador puede mantenerse anotado hasta 30 meses después de su retiro. Además, la normativa permite la contratación definitiva si ya estuvo registrado temporalmente en el club.
Su decisión se apoya en el compromiso con los jugadores, a quienes destacó por “dejar todo”, aunque también señaló errores futbolísticos que llevaron al equipo a esta situación. Chávez, que acaba de cumplir 20 años desde su debut en Boca, vuelve a ponerse los botines para intentar evitar el descenso.