Las críticas se multiplicaron y esta vez no hubo espacio para el perdón. Carlos Palacios, quien volvió a ser titular en el duelo entre Boca y Unión, fue uno de los jugadores más apuntados por los hinchas. Su rendimiento no solo despertó fastidio en La Bombonera, sino que además generó un aluvión de comentarios negativos en redes sociales, donde su apellido se volvió tendencia durante buena parte del encuentro.
El chileno tuvo una actuación muy por debajo de lo esperado: pases erráticos, desconexión con sus compañeros y nula incidencia ofensiva. El mal momento del equipo terminó por evidenciar aún más su desempeño individual, lo que derivó en una fuerte reacción de los fanáticos. A los 20 minutos del segundo tiempo, justo después del gol de Cristian Tarragona, Miguel Ángel Russo decidió reemplazarlo. Y fue en ese instante cuando los silbidos bajaron con fuerza desde las tribunas.
El nivel de Palacios preocupa en Boca
Palacios ha sido titular de manera regular en los últimos partidos, ocupando una función clave como enganche. Sin embargo, su bajo nivel técnico y su poca influencia en ataque han hecho que su lugar empiece a ser discutido. Aunque cuenta con el respaldo del entrenador, su presencia como titular comenzará a evaluarse partido a partido, sobre todo ahora que Leandro Paredes está disponible y podría ocupar una posición más adelantada.
Durante el primer tiempo frente a Unión, Palacios falló repetidamente en la entrega y no logró generar ninguna jugada clara. La frustración de los hinchas fue evidente. “Cada partido es peor que el anterior”, “No puede jugar más”, “Basta por favor”, fueron algunos de los comentarios más replicados en redes, acompañados de insultos e ironías. Para muchos, su presencia en cancha dejó a Boca con un hombre menos.
Las declaraciones que encendieron aún más la bronca
Pero no solo su rendimiento preocupa. También sus palabras fuera del campo han generado malestar. En una reciente entrevista con el canal oficial de Colo Colo, el mediocampista chileno lanzó una frase que no cayó nada bien: “Esperan que juegue todos los partidos bien”, dijo, visiblemente molesto por las críticas. Luego agregó: “Todo es Boca. La polémica es Boca, la tristeza es Boca, la felicidad es Boca. Parece que los demás equipos no existen”.
Estas declaraciones fueron leídas por muchos hinchas como una falta de autocrítica y hasta como una forma de victimizarse. En redes sociales, no tardaron en recordarle que vestir la camiseta azul y oro implica presión y exigencia constantes, algo que muchos consideran que Palacios aún no asume del todo.
Silbidos, bronca y un futuro incierto
La situación de Palacios se vuelve cada vez más tensa. Aunque Russo lo sigue utilizando, el termómetro de La Bombonera marca otra realidad: la paciencia se agotó. Si su rendimiento no mejora en los próximos encuentros, su lugar en el once inicial podría peligrar, sobre todo si Paredes demuestra estar en condiciones físicas para asumir un rol más ofensivo.
El fútbol no perdona y mucho menos en Boca. Palacios enfrenta una prueba de fuego: levantar su nivel o perder el respaldo de la gente y del propio cuerpo técnico. Por ahora, los silbidos hablan más fuerte que cualquier palabra.