Miguel Ángel Russo necesita enderezar el barco del Club Atlético Boca Juniors. El presente futbolístico lo tiene al equipo afrontando una de las peores crisis en los últimos años tras la derrota ante Huracán, llegando a 11 partidos sin ganar, siendo esta la peor racha en la historia de la institución. Pero también, puertas adentro se viven días muy agitados ante la polémica en torno a los jugadores borrados por el entrenador en los últimos días.
Se vienen fuertes vientos de cambio en el conjunto Xeneize, mientras busca salir de una crisis que parece profundizarse cada día. Por el momento, la decisión más reciente de Miguelo fue apartar del plantel a Marcos Rojo, Cristian Lema y Marcelo Saracchi, pero esto generó más revuelo del que ya había. Aunque en las últimas horas se instaló una duda particular que tiene como punto de vista a River.
La pregunta es: ¿Por qué los casos del cuadro de La Ribera generaron mayor repercusión y polémica que los del conjunto Millonario, siendo situaciones tan similares? Por el lado de los de Núñez, Marcelo Gallardo separó del plantel a Manuel Lanzini, Matías Kranevitter, Matías Rojas y Santiago Simón. Sin embargo, allí el clima está mucho más relajado.
Y es que, si bien ya se sabía de antemano que los tres jugadores mencionados anteriormente ya no iban a ser más considerados por Russo, la falta de precisiones y los rumores que siempre aparecieron sobre distintas discusiones puertas adentro fueron alimentando la polémica. Al día de hoy, esto se podría haber minimizado, pero otro punto clave a tener en cuenta es que la dirigencia azul y oro jamás facilitó la salida de ningún jugador.
La diferencia entre los manejos de Boca y River
A diferencia de la gestión de Juan Román Riquelme y el Consejo de Fútbol, del lado de la dirigencia riverplatense y del cuerpo técnico de Gallardo, ofrecieron una comunicación a tiempo, y se les dijo cara a cara a los jugadores que no iban a ser tenidos en cuenta. Además, se mostraron más abiertos a facilitarles una salida.