Los primeros años de la carrera de Matías Cahais fueron soñados. Integró diversos planteles campeones en Boca, en donde hizo las divisiones inferiores, y se colgó la medalla dorada -como capitán- con la Selección Argentina en el Mundial Sub-20 de Canadá, el último de la categoría que ganó la “Albiceleste”, el 22 de julio de 2007. Sin embargo, su rastro se perdió con el correr de los años y, si bien jugó en otros países sudamericanos y europeos, hoy transita los últimos años de trayectoria en el ascenso argentino vistiendo la camiseta de Excursionistas de la Primera B Metropolitana.
El jugador llegó a la Copa del Mundo juvenil con un interesante palmarés. Tras su debut oficial en la Primera del club boquense en julio de 2005 -empate sin goles ante Quilmes en la anteúltima fecha del Torneo Clausura-, alternó titularidades con suplencias en los equipos campeones del Apertura de ese año y del primer certamen del 2006, ambos dirigidos por Alfio Basile.
Cuando el “Coco” dejó el conjunto azul y oro para ir al Seleccionado nacional, Ricardo La Volpe se transformó en su sucesor. Y ahí el futbolista vivió uno de los momentos cúlmines para cualquier deportista:salió de arranque en la final del Apertura 2006 contra Estudiantes de La Plata. El cuadro de la Ribera, que tenía la chance histórica de ser tricampeón local por primera vez, había tenido que disputar este desempate, en el José Amalfitani, por no haber podido sacar un punto de los últimos seis en disputa (fueron derrotas frente a Belgrano en Córdoba y Lanús en La Bombonera). Por lo tanto, el “Pincha” lo igualó y forzó el mano a mano.
No obstante, el defensor quedó retratado en la foto por equivocarse en el gol definitorio de Mariano Pavone. A los 35 minutos del segundo tiempo, en lugar de despejar una pelota aérea a su espalda, se estancó. El “Tanque” lo superó en velocidad, se la picó a Aldo Bobadilla y desencadenó la vuelta olímpica del elenco de Diego Simeone.
De todas formas, en la previa del Mundial Sub-20 del 2007, el marcador central logró reponerse. Aunque perdió terreno y pasó a correr detrás de Daniel Díaz, Claudio Morel Rodríguez y Matías Silvestre, participó en el camino del plantel que conducía Miguel Ángel Russo rumbo a la consagración de su sexta Copa Libertadores, ganada en la final ante Gremio en Porto Alegre, con un sensacional rendimiento de Juan Román Riquelme.
