Mientras Sergio Romero atraviesa sus últimos meses como jugador de Boca, un giro sorpresivo sacudió el mercado de pases: Cristian Fabbiani, actual técnico de Newell’s, lo llamó directamente para tentarlo con un cambio de aire. El arquero, relegado por Miguel Ángel Russo, vio con buenos ojos la propuesta, pero una pieza clave en Rosario complicó toda la operación.
La idea era concreta: que Chiquito se sumara como refuerzo para el próximo semestre, siempre y cuando Keylor Navas dejara su lugar. El arquero costarricense tenía chances de marcharse a Pumas de México, lo que habría abierto la puerta al ex Manchester United. Sin embargo, al no prosperar esa venta, el plan quedó en stand by.
Un adiós anunciado en Boca
A sus 38 años, Romero se prepara para despedirse del club de la Ribera. Su contrato vence en diciembre de 2025 y no será renovado. Hoy ocupa el cuarto puesto en la consideración del cuerpo técnico, por debajo de Agustín Marchesín, Leandro Brey y Javier García. De hecho, su último encuentro oficial fue en el 0 a 0 frente a Huracán por la Copa de la Liga, en noviembre de 2024.
A pesar de su actual situación, la historia reciente de Chiquito en el club incluye momentos de gloria. Fue clave en la Copa Libertadores 2023, donde brilló en las tandas de penales que llevaron a Boca hasta la final. No obstante, su rendimiento fue decayendo, especialmente después del escándalo en abril de 2024, cuando respondió con insultos a los hinchas tras la caída en el Superclásico.
Rosario lo espera… si Navas se va
Ya recuperado de una operación en la rodilla derecha, Romero busca volver a competir. El llamado de Fabbiani no fue un simple sondeo: el Ogro lo quiere para cubrir el arco leproso, pero depende del destino de Navas, quien tiene contrato hasta 2026. Pumas ofreció un millón de dólares por el costarricense, pero Ignacio Astore, presidente de Newell’s, pidió tres millones para dejarlo salir.
Al no llegar a un acuerdo, Navas se quedó. Eso congeló la llegada de Romero, aunque desde el entorno del arquero aseguran que estaría dispuesto a mudarse a Rosario si la situación cambia. El propio jugador ya habría expresado su interés en cerrar su carrera en un club argentino donde pueda sumar minutos.
Una novela que podría tener segunda parte
En Boca, aún no se oficializó la salida de Romero, pero todo indica que en enero de 2026 buscará nuevos horizontes. Mientras tanto, en Newell’s siguen atentos a cada movimiento de Navas, sabiendo que, si se destraba su salida, el teléfono de Chiquito volverá a sonar.
Por ahora, el pase está en pausa, pero no enterrado. Y si algo demostró el fútbol argentino en el último tiempo es que todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos.