La situación futbolística de Boca está en uno de sus momentos más delicados. La derrota ante Huracán no solo desató cuestionamientos contra el plantel y el cuerpo técnico, sino que también apuntó los cañones contra Juan Román Riquelme, actual presidente del club. El ídolo, que tomó el control total del fútbol desde su desembarco en la política azul y oro, ya no puede evitar el golpe de la crisis, que ya escaló a la Liga Profesional también.
La presión crece y, por primera vez desde que asumió, Riquelme estaría dispuesto a tomar medidas internas que podrían alterar profundamente la estructura del club. Según trascendió, hay decisiones en puerta que afectarían directamente al Consejo de Fútbol, su círculo más íntimo de confianza y la columna vertebral de su gestión deportiva.
Se vienen cambios en el Consejo de Fútbol
El encargado de revelar esta bomba fue Flavio Azzaro, quien desde su canal de YouTube aseguró que «Riquelme tiene la decisión de hacer cambios en el Consejo de Fútbol. Yo creo que va a haber novedades y hay gente que ya no va a integrarlo más», señaló. Estas palabras reavivaron el debate sobre la efectividad y la cohesión del órgano que comanda el día a día del fútbol profesional xeneize.
De concretarse, este sería un movimiento inédito por parte de Riquelme, quien hasta ahora siempre defendió a capa y espada a los integrantes del Consejo, incluso en los momentos más tensos. Esta vez, sin embargo, la seguidilla de malos resultados parece haber inclinado la balanza y obligado al ídolo a cambiar su postura.
El grupo que puede quedar golpeado
Actualmente, el Consejo de Fútbol está conformado por cuatro históricos del club: Mauricio Serna, Raúl Cascini, Marcelo Delgado y Jorge Bermúdez. Los primeros tres suelen ser las caras visibles del grupo, mientras que Bermúdez, que comenzó siendo uno de los líderes más activos, hoy cumple funciones a distancia desde Colombia.
Serna se sumó al Consejo en 2022, completando un núcleo que hasta ese momento formaban exclusivamente Cascini, Delgado y Bermúdez. Desde entonces, fueron protagonistas de numerosas decisiones importantes, tanto en lo deportivo como en la gestión de contratos, refuerzos y conflictos internos.
¿Una nueva etapa en Boca?
El posible reordenamiento del Consejo marcaría un antes y un después en la era Riquelme. Hasta ahora, los problemas externos eran siempre responsabilizados a entrenadores y futbolistas. Pero esta vez, la crisis parece haber alcanzado a los que usualmente estaban blindados: los hombres de confianza del presidente.
Aunque todavía no hay confirmaciones oficiales, todo indica que el próximo partido ante Racing, pautado para el 9 de agosto, podría llegar en medio de un temblor institucional. Y si los cambios finalmente se concretan, Boca podría vivir un nuevo comienzo, con una estructura renovada y mayores exigencias desde adentro hacia afuera.
