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DEPORTES

“Ya no me reconoce”: la dura confesión sobre la salud de Carlos Bilardo que estremece al fútbol argentino

Su ex ayudante rompió el silencio y relató una escena que conmovió a todos.

Carlos Salvador Bilardo
Twitter de Estudiantes de La Plata.

Carlos Salvador Bilardo, símbolo eterno de la Selección Argentina campeona del mundo en 1986, atraviesa una etapa muy delicada de salud. Diagnosticado con síndrome de Hakim-Adams, el exentrenador vive momentos complejos en su lucha diaria contra una enfermedad que le ha quitado lucidez y movilidad, pero no el amor incondicional de quienes estuvieron siempre a su lado.

Una amistad a prueba del tiempo

Miguel Ángel Lemme, su histórico asistente y amigo, compartió una cruda y emotiva reflexión sobre el estado actual del “Narigón”. En una entrevista radial, reveló: “Carlos ya no me reconoce. Hay días que me vuelvo llorando a mi casa”, dijo con la voz quebrada, relatando el impacto emocional que le genera verlo así. A pesar de la situación, continúa visitándolo varias veces por semana: “No le suelto la mano, no lo voy a dejar nunca”.

La enfermedad que lo afecta

El síndrome de Hakim-Adams es una afección neurológica de difícil diagnóstico, muchas veces confundida con el Alzheimer o el párkinson. Provoca acumulación de líquido cefalorraquídeo en el cerebro, lo que deriva en problemas cognitivos, motores e incluso incontinencia urinaria. A Bilardo se le detectó esta patología en 2018, y desde entonces ha ido perdiendo muchas funciones, aunque sigue rodeado de afecto y cuidados permanentes.

Un legado que trasciende el resultado

Más allá de su estado actual, la figura de Bilardo sigue viva en cada rincón del fútbol argentino. Su legado táctico, su pasión y su forma de entender el juego marcaron generaciones. El propio Lemme contó cómo aún intenta arrancarle una reacción: “Entro cantando ‘Es el equipo del Narigón’, lo abrazo y le hablo… pero muchas veces no hay respuesta”. La última vez que lo visitó, Bilardo preguntó desorientado “¿Qué hacemos acá?”, lo que terminó quebrando emocionalmente a su amigo.

Un final anunciado, pero lleno de amor

Los médicos sostienen que la evolución del cuadro es dinámica e impredecible, por eso el pronóstico sigue siendo reservado. Aunque la pérdida de memoria y las secuelas físicas son cada vez más notorias, quienes lo rodean siguen dándole lo más valioso: compañía, cariño y presencia. Bilardo, aún sin plena conciencia, sigue recibiendo el respeto que supo ganarse dentro y fuera de la cancha.

“Voy a estar con él hasta que Dios lo decida”, dijo Lemme. Y con eso, resumió el amor más genuino: el que no necesita ser correspondido para permanecer.