El ciclo de Miguel Ángel Russo en Boca volvió a generar cambios profundos en el plantel. Más allá de las altas y bajas en el mercado de pases, el entrenador también modificó la consideración de algunos jugadores que habían sido clave en la etapa anterior. Uno de los casos más llamativos es el de Luis Advíncula, quien pasó de ser titular indiscutido a quedar relegado en la lucha por el lateral derecho.
De ser indiscutido a ceder terreno
El peruano arrancó la Era Russo como pieza fija en el Mundial de Clubes disputado en Estados Unidos, donde jugó desde el inicio. Sin embargo, tras el regreso al torneo local, comenzó a alternar con Juan Barinaga, quien aprovechó cada oportunidad para mostrar regularidad y terminó metiéndose en la pelea por el puesto.
El último partido de Advíncula fue contra Huracán en Parque Patricios, y aunque no se descarta que pueda regresar al once, está claro que ya no goza del respaldo absoluto que supo tener.
Sus altibajos entre 2023 y 2024
La carrera de Advíncula en Boca tuvo distintos matices. Su llegada en 2021 desde Rayo Vallecano fue con expectativas, aunque le costó adaptarse en los primeros meses. Con el tiempo se consolidó y en 2023 alcanzó su punto más alto, siendo figura en la Copa Libertadores, donde jugó lesionado, marcó goles decisivos e incluso igualó la final en el Maracaná de forma transitoria.
No obstante, en 2024 su rendimiento cayó. Expulsiones ante Cruzeiro y Vélez lo dejaron marcado y Fernando Gago comenzó a darle minutos a Lucas Blondel, aunque el peruano recuperó terreno hacia el final de la temporada.
Con Russo nuevamente en el banco, Advíncula recuperó confianza y fue titular en el Mundial de Clubes. Pero una mala racha de resultados empujó al DT a probar variantes, dándole espacio a Barinaga, quien terminó consolidándose.
Contrato y futuro en Boca
Boca desembolsó 2.5 millones de euros en agosto de 2021 para comprar su ficha y el vínculo con el Xeneize se extiende hasta diciembre de 2026. Aunque todavía tiene margen para recuperar su lugar, la competencia interna y su irregularidad generan dudas sobre si podrá volver a ser aquel jugador determinante que brilló en 2023.
El presente de Advíncula es un claro ejemplo de cómo el fútbol cambia en cuestión de meses: de ser héroe en la Libertadores a pelear por un lugar en la consideración del DT.
