El ex director de Aduanas, Guillermo Michel, advirtió que Argentina le debe al Fondo Monetario Internacional (FMI) el 10% de su PBI y sostuvo que el préstamo aprobado por el organismo responde a una decisión política más que técnica. “Este es un crédito electoral, diseñado para que el Gobierno llegue de la mejor manera posible a los comicios”, afirmó en declaraciones radiales.
Guillermo Michel cuestionó el préstamo del FMI y su impacto electoral
Michel cuestionó que, a pesar de los incumplimientos en las metas pactadas con el organismo, se mantengan los desembolsos. “En abril aprobaron 20.000 millones de dólares. No se cumplió ningún objetivo y, aun así, avanzan con el programa. Esto no es técnico, es político”, remarcó.
A su entender, la situación actual del endeudamiento pone a la economía en una posición vulnerable. “Cuando terminen todos los desembolsos, la deuda con el FMI rondará los 60.000 millones de dólares. Esa plata la vamos a tener que devolver entre todos, y nadie explica cómo”, sostuvo.
Michel advirtió que los pagos previstos a partir de 2027 son imposibles de afrontar sin afectar de forma directa el tejido social y productivo. “Mirá las torres de vencimientos: no se entiende cómo se va a devolver todo eso sin más ajustes o condicionamientos”, alertó.
Industria en crisis y atraso cambiario complican el escenario económico
En ese contexto, señaló que el dólar planchado y la caída del salario real están actuando como anclas del modelo actual. “Por eso los sueldos corren siempre detrás de la inflación, y mientras tanto se destruye la industria argentina”, apuntó.
Para ilustrar la gravedad del impacto, Guillermo Michel mencionó que el país está importando naranjas desde Egipto, una señal del deterioro en los precios relativos que desalientan la producción local. “Con el tipo de cambio pisado, una inflación en dólares altísima y tarifas reguladas por las nubes, no se puede ni exportar ni producir”, analizó.
El ex funcionario también planteó que el modelo económico se orienta hacia una “peruanización”, con sectores muy concentrados que acumulan ingresos y un amplio segmento social que queda por fuera del consumo. “Es un sistema excluyente, donde unos pocos ganan mucho y el resto sobrevive prestando servicios”, dijo.
Por último, Guillermo Michel instó a seguir el ejemplo de países que protegen su producción. “Estados Unidos aplica aranceles y subsidia la energía. Nosotros tenemos que hacer lo mismo si queremos tener futuro”, concluyó Michel.