El nombre de Boca vuelve a cruzar fronteras y generar repercusión en el fútbol internacional. En esta ocasión, un destacado delantero del Milan encendió la ilusión de los hinchas xeneizes con unas declaraciones que no pasaron desapercibidas. Sus palabras no solo reflejaron admiración, sino también una conexión personal que viene de familia.
Un vínculo que nace en los 90
Se trata de Santiago Giménez, actual goleador del conjunto italiano y pieza importante en la Selección de México. Aunque hoy brilla en Europa, el delantero nació en Buenos Aires y mantiene un lazo especial con Boca gracias a su padre, Christian “Chaco” Giménez, quien defendió la camiseta azul y oro en la última parte de los años 90. Esa herencia futbolística dejó una huella que, según sus propias palabras, todavía lo acompaña.
En las últimas semanas, Giménez fue noticia por su visita a la Argentina. Durante su estadía, compartió imágenes en sus redes sociales que despertaron comentarios y especulaciones. Entre ellas, se lo vio recorriendo la Bombonera y posando junto al presidente del club, Juan Román Riquelme, en un momento que muchos interpretaron como un guiño al futuro.
Encuentro con Riquelme y guiño en redes
El delantero aprovechó su paso por el país para intercambiar obsequios con el ídolo xeneize: Giménez entregó la camiseta del Milan y recibió a cambio la de Boca. En Instagram, resumió su experiencia en una frase que mezcló tradición y afecto: «Fútbol, asado y familia», acompañada de un carrusel de fotos que incluía su visita al estadio y momentos junto a sus seres queridos.
Mientras tanto, en Italia, los medios deportivos lo destacaron tras su buen inicio de pretemporada. Su primer gol con la camiseta rossonera frente al Leeds United fue descrito como una muestra de que “está en buena forma”, lo que refuerza su proyección en el fútbol europeo.
El deseo que ilusiona al hincha xeneize
A pesar de su presente en la élite del fútbol, Giménez no ocultó su anhelo de algún día defender los colores de Boca. “Me gustaría jugar en Boca. Mi papá jugó en Boca y desde chico me inculcó esta pasión. Sería un sueño para mí”, confesó. Sin embargo, dejó claro que primero quiere consolidar su carrera en Europa antes de pensar en un regreso a la Argentina.
El delantero aseguró que su prioridad es disfrutar del fútbol en el viejo continente, pero no cerró la puerta a un futuro cruce de caminos: “Después, si se da, obviamente que me encantaría”, remató. Unas palabras que, aunque cautas, encendieron la imaginación de miles de hinchas.
Con esta declaración, el vínculo entre el Milan y Boca sumó un capítulo más, y la posibilidad de que Giménez vista la azul y oro, aunque lejana, dejó flotando una pregunta inevitable: ¿será solo un sueño o una promesa que tarde o temprano se cumplirá?