Los tiempos de la vida van pasando y se van encontrando en distintas facetas. Y así fue la vida deportiva de Hugo Ibarra, que en 1998 llegó a Boca como nuevo refuerzo, se convirtió en ídolo y también fue Director Técnico del equipo en su primera experiencia en la máxima categoría del fútbol argentino.
El “Negro” venía de cinco años en Colón de Santa Fe, club con el que hizo su estreno en Primera y hace 27 años pasó al “Xeneize”,donde debutó oficialmente un día como hoy en la derrota ante Vélez por 0-1, por la Copa Mercosur. En el conjunto azul y oro disputó 324 partidos oficiales en los que convirtió 10 goles. Luego de conseguir tres torneos locales, dos Copas Libertadores y una Copa Intercontinental, el defensor fue transferido en julio de 2001 al Porto en 7.8 millones de euros.
En su año en los “Dragones” conquistó la Supercopa de Portugal 2002, pero luego fue cedido por una temporada al cuadro de la Ribera, donde vivió su segunda etapa. Allí ganó nada más y nada menos que un nuevo trofeo continental. Finalizada esta cesión, fue prestado al Mónaco de Francia, con el que llegó hasta la final de la UEFA Champions League en su edición 2003/04, en la que perdería justamente esa edición contra el Porto, el dueño de su pase. Sin lugar en Portugal, otra vez fue cedido, esta vez al Espanyol de España.
A mediados de 2005 puso fin a su contrato para jugar por tercera vez en Brandsen 805. Con la camiseta azul y amarilla volvió a ganarse la titularidad y a conseguir varios títulos, a pesar de algunas lesiones que lo marginaron de algunos encuentros. El trofeo más importante en este ciclo fue la Copa Libertadores 2007, con Miguel Ángel Russo como DT.
El Clausura 2010 fue su último campeonato como profesional. Como ya no estaba en su mejor nivel, no se le renovó el contrato y, tras quedar oficialmente desvinculado en junio de 2010, buscó otra entidad y siguió entrenando por su cuenta. Al no hallar ninguno, tomó la decisión de retirarse del fútbol profesional.