En una charla íntima con Teleshow, Diego Torres se aleja por un momento del escenario para reflexionar sobre la Argentina actual. Con tres décadas de carrera y una conexión genuina con el público, el artista se anima a hablar de lo que duele, sin perder la sensibilidad que lo caracteriza.
Torres no esquiva la crítica: “No me gusta la mala política, la que te miente diciendo que te ayuda pero en realidad te está empobreciendo”. Su mirada apunta a una clase dirigente que, según él, ha perdido el vínculo con la gente común. Lo dice sin estridencias, pero con firmeza.
Mientras celebra funciones agotadas en el Gran Rex y se prepara para presentarse en Lollapalooza Argentina, Diego no deja de mirar hacia adentro. La pandemia, su reciente separación y la crianza de su hija lo llevaron a reconectar con lo cotidiano. “Mis canciones hablan mucho de la vida y se nota un espíritu de lucha porque yo soy así”, confiesa.
Sobre su paso por el escenario y el contacto con el público, el interperte de temas famosos como «Color esperanza» expresó lo siguiente: “La gente es la que le da el rumbo a todo esto, así que seguramente vendrán más funciones para disfrutar de esos encuentros”.
Más allá de su arte, Diego Torres se define por su cercanía. “La gente me siente como una persona normal. Me preocupé siempre por conservar mi normalidad dentro de un trabajo que a veces tiene cosas que no son normales”, dice. Ese respeto por el otro, heredado de su familia, es parte de lo que lo mantiene vigente.
