Aunque el foco inmediato de Boca está en clasificar a la próxima Copa Libertadores, Juan Román Riquelme ya comenzó a delinear los pasos a seguir en el mercado de pases de 2026. Con la ventana de transferencias cerrada en el fútbol argentino, el presidente no piensa en refuerzos inmediatos, pero sí en una posición clave a reforzar el próximo año: el arco.
La búsqueda de un arquero
De acuerdo a lo informado por el periodista Facundo Pérez en D Sports Radio, Riquelme analiza incorporar un guardameta en enero. “Creo que Boca va a tener que buscar un arquero. Hoy tiene a Marchesín, Brey como el segundo arquero y a Javi García como tercer arquero. Después, Romero no concentra”, explicó.
La decisión responde a un motivo claro: tanto Sergio Chiquito Romero como Javier García terminan contrato en diciembre y no renovarán, por lo que quedarán libres.
Opciones sobre la mesa
En ese contexto, Boca tendrá dos caminos posibles: apostar por un juvenil como Sebastián Robles, o salir a comprar un arquero que compita directamente con Leandro Brey y Agustín Marchesín por un lugar en el once titular. “O subís a Robles o vas a comprar un tercer arquero para competirle a Brey y Marchesín”, agregó Pérez.
La permanencia de Romero en el club hasta fin de año se explica por la falta de ofertas concretas. Ante esa situación, decidió seguir en el plantel, aunque Miguel Ángel Russo ya no lo convoca a los partidos oficiales. De todos modos, su presencia se valora en los entrenamientos, donde aporta experiencia y liderazgo.
Una decisión estratégica
Con la salida confirmada de Romero y García, reforzar el arco será la primera prioridad del 2026 para Boca. La dirigencia entiende que, con varios frentes competitivos por delante, necesita un arquero de jerarquía para sostener la pelea en torneos locales e internacionales.
Aunque todavía falta para el inicio del próximo año, Riquelme ya trazó una hoja de ruta clara. El arco será el primer puesto a reforzar, lo que marca el inicio de un recambio estructural en una zona sensible para el equipo.
