El plantel que conduce Miguel Ángel Russo saltó al campo de juego del estadio Malvinas Argentinas de la ciudad de Mendoza con una sola misión. Derrotar a Independiente Rivadavia por la 5ta fecha del Torneo Clausura para cortar una mala racha de 12 partidos sin ganar. En el transcurso del partido a Boca le costó generar peligro en los primeros instantes hasta que fue creciendo en el juego con toques en tres cuartos de cancha y buenas asociaciones para empezar a creer que lo podía ganar. De esta manera, llegó la apertura del marcador y Boca pudo construir con la tranquilidad del resultado a su favor. Si, créalo y un día ganó Boca y lo ganó con el corazón.
Si bien, a Boca le costó muchísimo generar peligro en el arco defendido por Ezequiel Centurión. A partir de los 15 minutos del primer tiempo empezó a hacerse dueño del balón con la concentración de los volantes centrales. Una cosa fue Leandro Paredes solo en La Bombonera ante Racing y otro Boca es con dos volantes centrales de contención y juego.
De esta manera, con el dominio de Leandro Paredes y Rodrigo Battaglia comenzó a aparecer Brian Aguirre que se asoció con Carlos Palacios y Miguel Merentiel. Boca lo fue llevando de a poco a Independiente Rivadavia contra su arco sin patear al arco. Hasta que “Se acabó la maldición al minuto 29 del primer tiempo que por medio de una pelota parada en un córner que la peinó Marco Pellegrino en las alturas, la corajeó Miguel Merentiel y en una falla de Pellegrino, la agarró Leandro Paredes para marcar su 6to gol con la camiseta de Boca y el primero en su regreso”.
Boca fue una construcción ladrillo a ladrillo
De esta manera, Boca rompió una mala racha de 10 partidos consecutivos sin abrir marcadores a su favor. Sin embargo, en lo malo del juego hay que resaltar dos cuestiones. La primera, fue la mala salida de Agustín Marchesín al minuto 44 del primer tiempo que casí involuntariamente le da el empate a la lepra mendocina que sobre la línea Marco Pellegrino salva el remate de Fabrizio Sartori que solito de frente la tenía que soplar para el 1 a 1.
De allí, Boca se fue al descanso ganando por 1 a 0 con un positivo primer tiempo que salió prácticamente todo a la perfección. Funcionaron los dos volantes centrales, Brian Aguirre dejó cosas interesantes hasta que salió reemplazado. Buenas conexiones entre Miguel Merentiel, Carlos Palacios y Lautaro Blanco en ataque. Sigue flojo Edinson Cavani, pero puso entrega y corrió todas hasta que salió muy enojado por el cambio de Miguel Ángel Russo.
Luego, como segundo aspecto negativo del juego para Boca fue que en el complemento le cedió la pelota y los espacios a Independiente Rivadavia que buscó empatar el partido por medios de centros al área chica de Boca que siguen lastimando al xeneize como algo negativo a destacar.
Sin embargo, Boca fue hábil y astuto para cerrarlo en los momentos justos primero con la corrida de Exequiel Zeballos quien ingresó muy bien en el segundo tiempo y al minuto 42 puso el 2 a 0 tras un magistral pase de Williams Alarcón. Por último, al minuto 44 del complemento Alan Velasco en un contragolpe letal se quitó las ganas de marcar un gol con la camiseta azul y oro para emocionarse hasta las lágrimas. Y si, un día ganó Boca.