Años de abandono, noches de gloria históricas y actualidad de óxido, ruinas y olvido. Futuro inmediato de una licitaciónque ya ganó una empresa que lo explotará por 30 años. Boca tiene que jugar pasado mañana ante Aldosivi de Mar del Plata en un José María Minella herido de muerte a las 14:30 a causa de que la electricidad del mismo no está en condiciones según informó el periodista Ernesto Gallardo para la web de TyC Sports.
El presente estado le impide al estadio ser tenido en cuenta como sede para la Copa Argentina, selecciones nacionales, eventos internacionales de equipos argentinos y la tribuna techada que se encuentra clausurada desde hace cuatro años, a la que sólo acceden los reporteros audiovisuales que transmiten en vivo.El resto de la prensa, a verlo por televisión en una sala, como si estuvieran en su casa, aunque con el beneficio de acceder a la zona mixta.
El reducto está dando sus últimos pasos porque los gobiernos municipales de distinto color político no supieron qué hacer con él y solo fue maquillado con presupuestos provenientes de eventos que lo decoraron un poco, sin realizar una inversión a gran escala.
Aquel escenario pensado y realizado en pleno proceso militar para ser parte de una de las subsedes del Mundial de fútbol de 1978 cuenta con un palmarés de jornadas rutilantes y muchos episodios de dolor, soledad y olvido que quedaron en la historia.
El actual gobierno municipal a cargo de Guillermo Montenegro blanqueó su poco interés en seguir manteniendo con destinos genuinos un recinto que usan el “Tiburón” y Alvarado y que nada dejan en las arcas. Durante los casi seis años de la actual conducción municipal, el mismo terminó de pudrirse. Más tarde de que el combinado albiceleste se coronara campeón de la Copa América en Brasil y antes de serlo a nivel mundial en Qatar, Montenegro pensó en ofrecerle a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) el estadio a cambio de mejorarlo.
El plan era que lo explotara generando una “casa de la selección”.Allí, después de aquella reunión con Claudio Tapia, quedaron de manera tácita en concretar esa idea y enviar diversas selecciones futboleras oficiales a la ciudad balnearia a jugar en el mítico escenario, pero todo quedó trunco.
