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BOCA JUNIORS

El día que un ídolo de Boca cometió una “locura” contra Atlas

 

Un emblema del «Xeneize» ingresó en un puesto que hoy en día llamaría la atención y sería debatido en redes y en programas de TV

 
Hugo Gatti
Gatti habló de Maradona.

Era un lunes y el estadio de la Universidad de Ratcliffe, California estaba vacío. El calor abrasador de aquel 17 de septiembre de 1984 hacía casi imposible jugar al fútbol, pero allí estaba jugando Boca, uno de los clubes más importantes del continente, en aquel momento bicampeón de la Copa Libertadores, y que tan solo tres años antes tenía al mejor jugador del mundo en sus filas según reconstruyó la web de TyC Sports.

El contrincante era Atlas de Guadalajara, un histórico equipo mexicano que también estaba en uno de los peores momentos de su historia. A los 28 minutos del segundo tiempo de aquel amistoso, José Berta sufrió una lesión y tuvo que ser reemplazado. Cuando el entrenador del elenco boquense, Dino Sani, miró al banco de los suplentes solo tenía una opción: Hugo Orlando Gatti, que estaba sin remera y con ojotas tomando sol. «¿Te animás a jugar de delantero?», le preguntó; y el “Loco”, acorde a su apodo, no dudó.

Para comprender mejor cómo se llegó a esta situación hay que contextualizar el momento que vivía el “Xeneize”. Después de la partida de Diego Armando Maradona la institución se hundió en una profunda crisis política, económica y futbolística.Los jugadores hacían huelgas por falta de pago, La Bombonera estaba clausurada y al borde del remate, el Presidente, Domingo Corigliano, de licencia. 

Los futbolistas en su conjunto no competían, en el Metropolitano había ganado por primera vez en la novena fecha y tocó fondo el día que un plantel compuesto por juveniles debió salir a jugar ante Atlanta con camisetas blancas y números pintados con fibrón. 

En ese marco desolador, la entidad azul y oro debió disputar 30 amistosos esa temporada para recaudar fondos. La gira comenzó en Simoca, una pequeña localidad tucumana de ocho mil habitantes, y finalizó en los Estados Unidos.

El histórico arquero respondió afirmativamente y el utilero de apellido Rodríguez corrió al micro a buscar una camiseta más. Trajo una con el número 14 y el propio Gatti se la calzó rápidamente. Por supuesto su ingreso no pasó desapercibido ya que la leyenda cuenta que entró al grito de «Omar (Porté), tirame buenos centros y mirá lo que hago, vas a ver cómo se juega al fútbol. Atención troncos, que entró el maestro».