Boca estaba haciendo anoche un gran match ante Central Córdoba de Santiago del Estero por la novena fecha del Torneo Clausura y era el mejor de este tercer ciclo de Miguel Ángel Russo. En el primer tiempo, Rodrigo Battaglia capturó un cabezazo de Milton Giménez para abrir el marcador y convertirse en el máximo goleador de esta etapa, con 4 goles. Ya en la segunda parte, Miguel Merentiel se sacó la mufa y volvió a marcar para establecer el 2-0.
Sin embargo, el visitante encontró el descuento a través de José Florentín y eso descolocó al equipo local. Ante un anfitrión desconcertado, el “Ferroviario” fue por más e Iván Gómez colgó del ángulo una pelota que se convirtió en el 2 a 2 a siete minutos del final.
Sobre la hora, una insólita salida de Agustín Marchesin fuera del área casi le regala la victoria al conjunto santiagueño. Pero Gastón Verón, desde una posición incómoda y sin nadie custodiando el arco, falló en la puntería, con lo cual hubiera sido un triunfo inusitado.
El empate le impidió al club boquense treparse a la cima de la Zona A -junto a Unión de Santa Fe- y de la Tabla Anual (acompañando a River). Al margen del sabor agridulce por no haber podido sumar las tres unidades, se vio durante más de la mitad del partido una actuación sólida, pero, por cómo se dio, el empate le dejó un inevitable gusto a derrota.
El elenco necesitaba un mensaje desde el banco de los suplentes que nunca llegó porque en 96 minutos, el DT solo decidió el ingreso de Alan Velasco por Brian Aguirre, desarmando el medio cuando Carlos Palacios ya estaba agotado. El “Xeneize” entró en shock y, tras otro despeje fallido desde el fondo, Gómez aprovechó para colocar un potente remate y darle al “Ferroviario” la igualdad sobre el epílogo.
El conjunto azul y oro, que había armado una fiesta en el primer período, se fue con la cabeza cabizbaja, arrastrado por la bronca y la impotencia. Tuvo todo para quedarse con el éxito, pero los fantasmas del pasado volvieron y dejó escapar dos puntos que hoy duelen y mañana pueden costar aún más.
