“Con 37 años y un presente lejos de su mejor versión,su arribo no había generado una gran expectativa aunque hay que ser justos y reconocer que en sus primeras presentaciones respondió muy bien Agustín Marchesín. El punto de inflexión fue Alianza Lima de Perúy aquella salida previa a los penales”, analizó el periodista Gabriel Rymland sobre el arquero de Boca en la web de TyC Sports.
El escritor continuó: “Más allá de quién haya tomado la decisión, su postura de ir a avisar que se realice la variante quedó marcada en el hincha. La sensación de ni siquiera intentar quedarse en cancha provocó un quiebre ya que no mostró la personalidad que se necesita y a partir de ese momento nada volvió a ser igual”.
El reportero audiovisual fue más específico y contó que al “1” del club boquense “se lo empezó a mirar de reojo y a evaluar sus actuaciones con mucho más detenimiento. Claro que el momento del equipo no acompañaba, pero la sensación que bajaba de la tribuna era de desazón por no tener a un portero salvador. De esos que ganan partidos. Sin errores tan groseros en goles recibidos, aunque varios con algo -o mucha- responsabilidad, de Marchesín también molesta algo de su perfil”.
“Se dice que habla más de lo que ataja y esto en un contexto deportivo desfavorable puede ser letal. Se le recriminan innecesarias provocaciones a rivales y también el hecho de complicarse con arriesgadas decisiones .Justo contra Central Córdoba de Santiago del Estero volvía de un desgarro que había sufrido contra Aldosivi de Mar del Plata y se lo esperaba con cierta expectativa por las dudas que había dejado Leandro Brey en el tanto olímpico de Ángel Di María”, prosiguió.
Sin embargo, el columnista expuso que “por su falta de decisión para adueñarse del área chica en el descuento de José Florentín y todo pudo haber terminado mucho peor cuando en el cierre del encuentro salió lejos y a destiempo para atorar a Gastón Verón”.