Analía Franchín no se guardó nada a la hora de opinar de la pelea entre Nancy Pazos y Mariana Brey, sus compañeras de “A la Barbarrosa” en Telefe. Desde “Desayuno Americano”, le consultaron a la panelista sobre cómo vive esta situación en su ambiente de trabajo.
«Yo trato de quedarme fuera de todo eso, es algo que van a tener que resolver entre ellas o con la producción», avisó Analía Franchín en primera instancia. Luego, si analizó el conflicto desde su rol como testigo presencial.
«Una situación horrible, incómoda, desagradable, un ejemplo feo para la sociedad en un punto porque estamos tratando todo el tiempo de decir que no haya violencia y nosotros mismos nos ponemos violentos», reflexionó Analía Franchín. «Entiendo que muchas veces se da ‘el fuego del vivo’ y las ganas de defenderte o de contestar en el momento. Me ha pasado a mí, yo no soy una carmelita descalza, ni mucho menos. Pero trato de controlarme», se sinceró.
La “grieta” según Analía Franchín
«Yo creo que es más que una grieta y eso yo se lo digo a Nancy, no sos la maestra ciruela del programa, porque nosotros ya hicimos primaria, secundaria, terciaria, ya tuvimos nuestros papás que nos retaron», dijo antes de analizar la actitud de Pazos. «Si vos le tenés que explicar a toda la mesa cómo tiene que preguntar, cómo tiene que decir las cosas…No, dale. En el panel conviven diferentes visiones y maneras de trabajar. Cada uno pone lo suyo. Evidentemente funciona porque somos un éxito, entonces hincha las bolas a veces que te estén corrigiendo», indicó.
Según entiende Analía Franchín, Nancy Pazos genera cierta incomodidad en el panel. «Yo la conozco a Nancy y después la termino corrigiendo yo a ella. Hay un código particular entre nosotros, pero entiendo que la mesa también se hinche«, dijo. “Paulo un día le dijo a Nancy ‘cuando quiera ir a tu escuelita de periodismo me anoto’, Pía también le tiene que decir ‘pará, lo que te estoy trayendo es información’«, recordó.
Para cerrar, Analía Franchín sugirió que el punto central del problema entre sus compañeras de trabajo no tiene que ver con una “grieta política”, según con diferentes formas de trabajar en el periodismo.
