Durante años, el juego de casinos online estuvo casi completamente definido por el RNG (siglas en inglés de Generadores de Números Aleatorios). Estos generadores decidían el resultado de cada giro, carta o tirada. Era cómodo, rápido y fácil de entender. No obstante, con el tiempo, muchos jugadores sintieron que la emoción comenzaba a desvanecerse. Ver números y símbolos aparecer en una pantalla está bien por un tiempo, pero eventualmente se torna mecánico.
Con la llegada de los juegos con crupier en vivo, el panorama de los casinos online cambió. Estos juegos incorporaron personas reales, cartas reales y ruletas reales, transmitidas directamente a la pantalla del jugador. De repente, ya no era necesario depender únicamente de algoritmos. Ese simple cambio devolvió la energía a la experiencia, y es uno de los pasos más inteligentes que ha dado el juego en línea en años.
Por qué se va abandonando el RNG
Hay razones claras por las que los juegos con crupier en vivo están atrayendo más atención. Estas razones no son meros trucos de marketing, sino diferencias genuinas que cambian la forma en que las personas se vinculan con los casinos online. En primer término está el factor confianza. Ver a un crupier barajar y repartir es naturalmente más tranquilizador que depender del código que se ejecuta en segundo plano.
Tampoco hay que descuidar el aspecto social del juego. Los crupier saludan a los jugadores, responden a sus preguntas y mantienen la mesa animada. La sensación es más parecida a la de un casino real que a la de un programa informático. Finalmente, está la incidencia del ritmo del juego. Las rondas se desarrollan a un ritmo natural. Los jugadores no pueden hacer clic en docenas de apuestas en segundos, lo cual termina por afectar negativamente el ritmo del juego.
En conjunto, estos elementos aportan una sensación de realismo. Los juegos basados ??en RNG suelen resultar repetitivos, pero las mesas con crupier en vivo aportan algo más: una mezcla de atmósfera y credibilidad. Con el tiempo, esto ha demostrado ser más que una novedad pasajera.
