Exequiel Zeballos volvió a sumar minutos y fue clave en su ingreso en el complemento para el triunfo de Boca por 3-1 por sobre Barracas Central. El Changuito ya había marcado la diferencia ingresando ante Belgrano de Córdoba, en la que convirtió un gol pese a la derrota. Ahora el dilema de Claudio Úbeda es si lo pone de titular o lo deja ingresar desde el banco de suplentes.
Después de un año muy irregular y de aquel Mundial de Clubes donde quedó en el ojo de la tormenta —pidió el cambio ante Auckland City y al final no tenía ninguna lesión—, el Changuito volvió a mostrar en los últimos partidos parte de ese habilidad que lo habían hecho una de las grandes promesas de Boca.
Contra Belgrano, con el equipo 0-2 abajo, entró en el segundo tiempo y cambió todo. Cada vez que la tocó, desequilibró. Marcó el gol del descuento y hasta mereció el empate que nunca llegó. Una semana después, otra vez desde el banco, fue clave en la cancha de Barracas, participando en dos de los tres goles del 3-1 final.
El dilema para Úbeda pasa ahora por decidir si lo sigue usando como variante para momentos complicados o si ya le da un lugar entre los titulares. La carrera de Zeballos tuvo varios picos como este y casi siempre después llegó un bajón o algún problema físico. El desafío del santiagueño es mantener este nivel y obligar al cuerpo técnico a darle cada vez más minutos.
Ante el Guapo, Boca jugó sin extremos. Con Brian Aguirre afuera, su lugar lo ocupó Williams Alarcón, un jugador de características muy distintas. El ex-Newell’s podría volver al once inicial, pero hoy la pelea por el puesto está mucho más pareja. El presente del Chango es mejor, aunque por ahora Úbeda cree que su mejor versión aparece entrando desde el banco.
