El choque entre River y Racing Club por los cuartos de final de la Copa Argentina 2025 promete ser uno de los duelos más atractivos del año en el fútbol local. El partido, que se disputará en el Gigante de Arroyito, no solo define el pase a semifinales, sino que también genera un interés inesperado en la Ribera: a Boca le conviene que su eterno rival gane.
La lógica indica que los hinchas xeneizes desean ver derrotado al equipo de Marcelo Gallardo, pero los cálculos en la tabla general muestran otra realidad. Si River se consagra campeón de la Copa Argentina, liberará un cupo para la Copa Libertadores 2026 en la clasificación por la tabla anual, lo que abriría la puerta para que Boca acceda al certamen continental.
Cómo cambia el panorama para Boca
En cambio, si la Academia elimina a River y avanza en el certamen, el escenario se complica para los dirigidos por Miguel Ángel Russo. Racing se encuentra más relegado en la tabla, por lo que quedarse con el título dejaría a Boca sin la posibilidad de beneficiarse con ese cupo extra. De allí que, paradójicamente, los de la Ribera se vean favorecidos por un triunfo de su clásico rival.
El otro equipo que podría darle una mano al Xeneize es Argentinos Juniors, que actualmente lo supera en la tabla anual por diferencia de gol. El Bicho jugará su serie de semifinales frente a Belgrano, un cruce que también será seguido de cerca en la Bombonera.
La expectativa por el clásico en Rosario
Más allá de los cálculos y las proyecciones, el River–Racing será uno de los partidos más seguidos de la fecha. Dos de los equipos más importantes del país se juegan mucho en un duelo a eliminación directa, que puede marcar un punto de inflexión en sus temporadas. La presión recae especialmente sobre River, que llega golpeado tras varios tropiezos recientes.
El encuentro se disputará este jueves 2 de octubre desde las 18 horas, en el estadio de Rosario Central, con televisación exclusiva de TyC Sports y transmisión en streaming por TyC Sports Play. Se espera un marco espectacular, con las tribunas repletas y la tensión de un cruce decisivo.
Para Boca, el resultado tendrá un sabor extraño: alentar, aunque sea en silencio, a su máximo rival. Un triunfo millonario podría abrirle el camino hacia la Libertadores y darle una razón más para seguir de cerca un clásico que, aunque ajeno, puede terminar marcando el futuro internacional del Xeneize.