Mau y Ricky Montaner estuvieron como invitados en el programa La Divina Noche (eltrece) con Dante Gentel y reflexionaron sobre el peso de llevar un apellido tan reconocido dentro de la música latina. En medio de la promoción de su nuevo proyecto, los hermanos contaron cómo aprendieron a convivir con las comparaciones hacia su padre, Ricardo Montaner, y cómo con el tiempo lograron construir una identidad artística propia.
Ambos cantantes venezolanos coincidieron en que crecer bajo la figura de un artista consagrado como Ricardo Montaner fue un privilegio, pero también una presión constante. Recordaron que, al inicio de sus carreras, muchos los presentaban solo como “los hijos de Ricardo Montaner”, lo que los llevó a trabajar el doble para demostrar su talento sin depender del legado familiar.
Con madurez, hoy reconocen que esas comparaciones ya no les generan conflicto, sino orgullo. “En el mejor de los sentidos, porque al final… Capaz cuando éramos chiquitos uno pensaba que uno tenía que hacer eso, porque es como lo común de cuando uno entra a esta industria que la gente piensa: ‘Ah, no, primero te tienes que despegar de tu papá”.
Además, Mau contó que uno de los mayores aprendizajes que recibieron fue la disciplina, una enseñanza que Montaner les transmitió desde niños. “Nos inculcó respeto por el escenario y por el público”, señaló el cantante, mientras su hermano agregó que ese ejemplo fue la base para sostener su carrera. “A nosotros nos decían: ‘Bueno, nunca vas a cantar como tu padre’, es que yo jamás pretendí cantar como mi papá. Mi papá es de los mejores cantantes del mundo y la música que hacemos nosotros no necesita uno cantar de la manera que canta Montaner para cantar las canciones que canto yo”.
Ricky, por su parte, admitió que el proceso de encontrar su propia voz artística fue desafiante. “No es común superar el estigma de ser hijos de alguien tan grande, pero lo hicimos trabajando sin parar”, expresó durante la entrevista en eltrece.
Hoy, tanto Mau como Ricky Montaner disfrutan de una etapa de plenitud profesional y personal. Orgullosos de su apellido, pero también de lo que construyeron por mérito propio, ambos artistas aseguran que su mayor objetivo es seguir evolucionando, siempre desde la autenticidad y el amor por la música.
