Connect with us

Hola, qué estás buscando?

BOCA JUNIORS

La columna de Antonio Serpa recordando la marca registrada de Miguel Russo

 

El periodista hizo alusión a un rasgo distintivo que tenía el ex Director Técnico

 
Antonio Serpa

Muchas veces fue motivo de comentarios la dentadura blanca de Miguel Ángel Russo. Adonde fuera, primero llegaba su sonrisa característica que resplandecía como nunca en el marco bronceado de su rostro. Si de algún modo hay que recordar hoy y siempre al ex Director Técnico es con ese semblante que tenía y fue su marca registrada y que hizo copiar en el espejo por las grandes alegrías que les dio a los hinchas de Boca según recordó el periodista y escritor de la web de TyC Sports, Antonio Serpa.

Para los que no tienen del todo claro lo que significaba el experimentado entrenador de 69 años en el club boquense, sin los valores añadidos que suelen graficar estos momentos, basta con decir que en los más de 60 años de historia que lleva la Copa Libertadores, apenas tres técnicos la ganaron con la institución: Juan Carlos “Toto” Lorenzo, Carlos Bianchi y el propio Russo.

“‘La Coppa’ -así como la llamaba él- es el torneo que nos desvela a los bosteros. Él lo sabía y era su gran preocupación. Por eso sonrió cuando sus ayudantes le contaron, desde el costado de su cama, que el 5-0 a Newell’s Old Boys nos metía nuevamente en el certamen continental al cual él había jurado hacernos volver”, recordó el reportero gráfico.

El redactor continuó describiendo que, “en esta, su tercera etapa en el club, no pudimos disfrutarlo a pleno. Tampoco él pudo gozarlo como hubiera querido, pero al fin de cuentas era lo que él quería. Despedirse en el ‘Xeneize’, uno de sus grandes amores, la entidad con la que llegó a la cima de su carrera en 2007”.

También expresó: “‘Son decisiones’, podría haber dicho él mismo con una de aquellas frases ambiguas y célebres que lo convirtieron en el jefe del escuadrón anti bombas. Miguel era un poco eso, el tipo que desactivaba los conflictos y convertía los tsunamis en una ola de pelopincho. Y en el conjunto azul y oro, donde se vive con las ventanas abiertas, eso tiene un valor incalculable”.