La noticia del deceso de Miguel Ángel Russo impactó profundamente no solo en el seno de Boca, sino en todo el ámbito deportivo del fútbol argentino. El Director Técnico falleció a los 69 años tras una prolongada lucha contra una grave enfermedad y fue en los últimos partidos, frente a su ausencia para enfocarse en su tratamiento ambulatorio, que se comenzó a especular sobre el futuro de su cuerpo técnico que seguiría en sus funciones hasta el final del Torneo Clausura según informó el periodista Federico Cristofanelli en el medio digital Infobae.
Por su parte, en la dirigencia del club boquense, encabezada por Juan Román Riquelme, nunca hubo dudas y el respaldo hacia el DT que fue campeón de la última Copa Libertadores 2007 fue rotundo.
Como anticipó el reportero gráfico, el Presidente e ídolo del “Xeneize” habría resuelto que los asistentes liderados por Claudio Úbeda seguirían al frente del plantel profesional, al menos hasta diciembre. De esta manera, el conjunto azul y oro continuará con los mismos colaboradores en un momento en el que la institución se juega su clasificación al máximo certamen continental y la recta final del campeonato doméstico.
Durante las últimas semanas, la situación era tan hermética en torno a la salud del técnico. Incluso cuando él permaneció internado tres días en el Sanatorio Fleni del barrio porteño de Belgrano por una infección urinaria, el cuadro de la Ribera evitó difundir información oficial.
La primera ausencia del estratega en el banco de los suplentes fue ante Defensa y Justicia en el Norberto “Tito” Tomaghello de Florencio Varela. Previamente, el equipo había empatado de manera inesperada frente a Central Córdoba de Santiago del Estero en La Bombonera.
En ese contexto, con el elenco en una situación delicada respecto a la clasificación a octavos de final de la competencia local y fuera de la zona de acceso a la próxima edición de la Libertadores por la Tabla Anual, la dirigencia debatió internamente sobre la continuidad del cuerpo técnico, aunque con los últimos resultados encarriló el rumbo.