Sin dudas, Miguel Ángel Russo deja un legado enorme, un legado de amor, de luchar hasta el final ante cualquier adversidad. Quien fuera entrenador del Club Atlético Boca Juniors hasta el final, falleció a sus 69 años pero dejó una vida llena de enseñanzas, encabezada por su icónica frase la noche después de ser campeón con Millonarios de Colombia, y cuando ya se era consciente de su dura enfermedad: «Esto se cura con amor«.
Durante todo este tiempo en el cual Miguelo vivió un momento muy delicado, hubo un momento especial. Fue en el año 2018, cuando el entrenador se encontró en Buenos Aires a Joan Manuel Serrat. El cantante ayudó mucho al técnico cuando estaba dando sus primeras batallas contra el cáncer.
«Lo quiero mucho. Se portó muy bien. Yo estaba caído, buscando especialistas, y los amigos de el bar El Cairo me hicieron llegar a él. Me dio una fuerza enorme. Me explicó un montón de cosas«, había revelado el propio Russo tiempo después de aquel encuentro con Serrat, que fue fundamental para seguir adelante en esta dura lucha.
Gracias a algunos contactos de por medio, Russo llegó al intérprete, quien había superado en tres ocasiones diferentes al cáncer, en diferentes instancias, y siempre tuvo fuerzas para volver a pisar un escenario. Según reveló el Diario Clarín, en aquel entonces Miguel estaba buscando un oncólogo de Barcelona, y allí fue cuando coincidió con Serrat, que ya lo conocía.
El conmovedor pacto entre Riquelme y Russo
Juan Román Riquelme llamó a Miguel Ángel Russo para tomar las riendas de un Boca golpeado. Pero ahora, se reveló que antes de tomar la decisión de arreglar su vuelta, hubo un pacto entre ambos. En aquel entonces, el técnico reconoció que «las cosas no estaban bien«, pero soltó una fuerte frase: «Si me va a pasar algo, que sea en Boca«. Ante esta determinación, Riquelme aceptó y Miguelo se despidió como quiso, con la ropa del club.