El mundo Boca vive días de preocupación. La salud de Miguel Ángel Russo mantiene en vilo al club y a sus hinchas, luego de que se conociera que el entrenador se encuentra internado en su hogar y bajo constante atención médica. En medio de este panorama, el propio Juan Román Riquelme atraviesa un momento de gran tristeza y se mostró profundamente afectado por la situación de su amigo y compañero de trabajo.
La relación entre ambos trasciende lo profesional. Riquelme y Russo forjaron una amistad de años, desde los tiempos en que el DT condujo al equipo que ganó la Copa Libertadores 2007, con Román como figura. Por eso, apenas se confirmó la noticia, el presidente del club decidió visitar personalmente a Russo en su casa durante el fin de semana para acompañarlo en este difícil momento.
Riquelme, golpeado por la noticia
Según contó el periodista Martín Costa en ESPN F12, la situación impactó fuerte en el dirigente. “Sé que Riquelme está muy golpeado, muy afectado por todo lo que pasa con Miguel”, reveló. Además, explicó que el presidente de Boca no solo atraviesa este momento con dolor, sino que viene de enfrentar otras pérdidas importantes en su entorno cercano.
Costa recordó también la muerte de Daniel Bolotnicoff, representante y amigo personal de Riquelme, ocurrida hace casi dos meses. “Se le juntaron muchas cosas en poco tiempo. Lo de Bolotnicoff lo golpeó mucho, y ahora lo de Russo también lo tiene muy sensible”, añadió el periodista.
El plantel de Boca también mostró su apoyo
La preocupación no solo afecta a la dirigencia. Según informó Emiliano Raddi en Planeta Boca Juniors, el plantel completo quiso visitar a Russo, pero por recomendación médica no fue posible. En su lugar, Claudio Úbeda y Juvenal Rodríguez se encargaron de acercarle mensajes y actualizaciones del equipo, manteniéndolo informado y haciéndole llegar el cariño del vestuario.
A pesar del clima de incertidumbre, todos en Boca coinciden en que el DT está enfocado en recuperarse y que su evolución es monitoreada de cerca por los médicos del club. Mientras tanto, el equipo continúa entrenando bajo la supervisión de Úbeda, a la espera de novedades sobre el futuro inmediato del entrenador.
Un lazo que trasciende lo futbolístico
La unión entre Riquelme y Russo va más allá del fútbol. Compartieron uno de los períodos más exitosos en la historia reciente de Boca, y desde entonces el respeto mutuo nunca se quebró. Hoy, el presidente acompaña a su amigo en uno de los momentos más difíciles de su vida, con la misma lealtad con la que ambos defendieron los colores del club.
Mientras el técnico lucha por mejorar, el cariño del mundo Boca se hace sentir más fuerte que nunca. Jugadores, hinchas y dirigentes esperan verlo pronto nuevamente en el predio, donde todos lo consideran una pieza fundamental del ADN xeneize.