Muchos futbolistas tienen la chance de vestir la camiseta del Club Atlético Boca Juniors en algún punto de sus carreras. Algunos logran asentarse y se consolidan como figuras, mientras que otros no logran destacar y acaban teniendo un paso sin pena ni gloria por la institución. Un caso que se asemeja a esto último es el de Diego González, futbolista que si bien solía jugar, nunca pudo enamorar a los hinchas.
El paso del ex jugador Xeneize por el club estuvo marcado por sufrir varias lesiones de gravedad que lo iban marginando de las canchas. Principalmente, el Pulpo sufrió muchas dolencias en la rodilla, y finalmente terminó yéndose del equipo a comienzos del año 2024, luego de no llegar a un acuerdo para renovar su contrato.
Una vez se marchó de Brandsen 805, el volante central tuvo una travesía por el fútbol de Chile, y luego recaló en San Martín de San Juan, club en donde hoy es titular. Pero en las últimas horas, lejos de lo que son los colores azul y oro, el futbolista recordó lo que fue su etapa en el club de La Ribera. Aunque soltó una confesión que sorprendió a propios y ajenos.
“En lo personal no lo disfrutaba mucho porque vivís para el club, y cuando te vas te das cuenta de la magnitud de estar dentro de Boca”, reveló González en una charla con TNT Sports. Sin embargo, luego dejó en claro que se siente un privilegiado por haber jugado en el cuadro boquense: “No hay nada como Boca. A mí no me tocó nunca jugar en la Selección, pero hay una frase que dice que Boca es mucho más grande que una Selección, así que tuve el privilegio de jugar ahí”.
Diego González despidió a Miguel Russo
Tras el partido entre San Martín de San Juan y San Lorenzo, el Pulpo no ocultó su emoción por la partida de Miguelo: “Me aconsejó mucho. Ni bien llegué a Boca de la mano de Román y de él, fue que levantó el pulgar y siempre me dijo que era un luchador. Él me dijo que tenía que seguir adelante, que lo hacía acordar mucho a él, la forma de afrontar las cosas. Lo voy a llevar siempre en mi corazón”.
