Para cualquier institución con aspiraciones competitivas, disponer con volantes con olfato goleador es casi una obligación. El problema es cuando se convierte en la principal vía anotadora y, en Boca, Rodrigo Battaglia es el máximo artillero del semestre y los atacantes sufren una alarmante falta de eficacia según informó la web de TyC Sports.
Desde el arribo del Director Técnico, Miguel Ángel Russo, el ex Atlético Mineiro de Brasil salió de la cueva y volvió a jugar en su posición original, es decir, de doble “5”. En el primer match del ciclo, marcó el 2-0 sobre Benfica de Portugal en el debut del Grupo C en el Mundial de Clubes que se desarrolló en los Estados Unidos y abrió su racha goleadora. En el Torneo Clausura, por su parte, ya lleva tres goles.
Esto no sería motivo de preocupación si no fuera por dos razones fundamentales: primero, sus tantos no son producto del juego sino que suelen venir de pelota parada a causa de la excelsa pegada de Leandro Paredes. Si bien es una gran herramienta para el equipo, depender de tiros libres cerca del área o de saques de esquina puede ser un arma de doble filo.
Segundo, los delanteros tienen menos capacidad de anotar que el mediocampista y esto es un drama porque la cifra es baja. En los 14 partidos del tercer ciclo que atraviesa Russo, lleva cuatro conquistas. Lo siguen Miguel Merentiel, con tres, y Lautaro Di Lollo -otro gran cabeceador- y Edinson Cavani, con dos. Milton Giménez, el otro “9” del plantel, por ahora uno.
Hasta el momento, la dupla de centroatacantes no le ha dado demasiados réditos en la red al cuerpo técnico del “Xeneize”. La ”Bestia” bajó su nivel desde el certamen internacional y el “Matador” aún no halló continuidad. De hecho, es probable que ante Newell’s Old Boys este domingo sume su tercera ausencia consecutiva, aunque eso dependerá de cómo evolucione físicamente y del modo en que lo observe el estratega que esté a cargo.